Sin exagerar
Los debates preelectorales por televisión son valiosos, y hay que felicitarse de que, tras tantos años de pertinaz sequía democrática, hayan vuelto a darse entre nosotros.
Actualizado: GuardarPero tampoco hay que exagerar su importancia en las actuales circunstancias. Porque, por una parte, tanto José Luis Rodríguez Zapatero como Mariano Rajoy no son candidatos desconocidos para el público, sino que ambos han gobernado, Mariano Rajoy como segundo de José María Aznar, por lo que ya se conoce lo que son. Y unos debates no deberían cambiar mucho la opinión que se tiene de ellos, máxime en personas mayores y de un nivel cultural medio.
Otra limitación más lamentable es la excesiva reglamentación del procedimiento y, peor aún, la ausencia de otros candidatos cuyos partidos, si no ganar la elecciones, sí pueden llegar a ser decisivos en el rumbo que tome España tras el 9 de marzo.