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Chaves y Arenas ensayan su cara a cara
Los candidatos de PSOE y PP escenifican sus dos visiones de Andalucía en un debate casi de guante blanco en el que no hubo grandes anuncios Valderas y Álvarez alertaron del riesgo de un «bipartidismo arcaico»
Actualizado: GuardarIan McEwan perfila en el primer capítulo de su novela 'Expiación' la personalidad de su joven protagonista: «Pero cajones secretos, diarios bajo llave y sistemas criptográficos no le ocultaban a Briony la sencilla verdad: que no tenía secretos».
Como Briony, Manuel Chaves -que el lunes recomendó publicamente la lectura de esta novela- y Javier Arenas no tienen secretos el uno para el otro. Ayer, lo volvieron a demostrar en el debate a cuatro que mantuvieron junto a Diego Valderas y Julián Álvarez, presidenciables de IU y CA respectivamente, en Canal Sur Televisión. La discusión se convirtió, en líneas generales, en un ensayo del cara a cara que mantendrán los candidatos del PSOE y del PP el próximo 2 de marzo.
Chaves y Arenas recrearon ante las cámaras sus respectivas visiones de Andalucía. Una, la del líder socialista, situada en el buen camino para alcanzar la convergencia con las regiones más prósperas de Europa. La otra, la del dirigente popular, asfixiada tras 25 años de mandato del PSOE y en la cola del ránking de comunidades autónomas en los principales indicadores socioeconómicos.
El presidente de la Junta le reprochó al aspirante del PP su visión «catastrofista, de una Andalucía negra», mientras que Arenas acusó a Chaves de «faltarle el respeto a los andaluces» por hablar de éxitos económicos, cuando miles de andaluces están pasando verdaderas dificultades para llegar a fin de mes.
Chaves se pertrechó en los logros macroeconómicos: 13 años de crecimiento por encima de la media nacional, creación de 600.000 puestos de trabajo en cuatro años y haber alcanzado un 82 por ciento de la renta per cápita de la media de la Unión Europea.
Cruce de datos
Arenas descendió a la microeconomía y le replicó que no podía entender el mensaje triunfalista con 2,1 millones de 'mileuristas'; 500.000 ciudadanos a los que se han subido 20 veces los tipos de interés de sus hipotecas y con cien mil parados más que en 1987.
Diego Valderas y Julián Álvarez -que se ignoraron mutuamente- intentaron romper el 'bipartidismo' repartiendo reproches tanto a socialistas como populares. Nunca, en todo caso, fue un 'tres contra uno'.
El tono de las dos horas de debate fue calmado, apenas si hubo interrupciones y, sobre todo, netamente andaluz. Ni terrorismo ni menciones a José Luis Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy.
Preguntas sin responder
Chaves y Arenas se realizaron varias preguntas directas, pero casi todas se quedaron sin respuestas. El presidenciable popular abrió el turno con un 'clásico' en su argumentario: «Chaves, si los andaluces somos los mejores, porque vamos los últimos en todo». El socialista recogió el guante: «Si vamos en todo los últimos y lo hacemos todo tan mal, porque los andaluces nos llevan votando 25 años seguidos y dejando al PP en la oposición».
Arenas le pidió al mandatario socialista que dijese qué cifra había planteado a José Luis Rodríguez Zapatero sobre la 'deuda histórica'. Silencio oficial. Chaves le reclamó a su rival que pusiese fecha a la retirada del recurso que los populares presentaron ante el Tribunal Constitucional contra la Ley Electoral Andaluza. Silencio opositor. El terreno más pantanoso para el presidente andaluz es, sin duda, la educación. Sus rivales, como era previsible, le echaron en cara el informe PISA, que puntúa de forma deficiente a los colegios e institutos andaluces.
Chaves volvió a la macroeconomía: Andalucía invierte en 4,2 por ciento de su PIB en educación. «Más que ninguna otra», abundó Chaves. Un comentario que le valió: un «eso es falso», de Arenas, quien reprochó al presidente andaluz que cómo es posible que, con el alto índice de fracaso escolar, se le ocurra premiar a los profesores económicamente si aumentan el número de aprobados. «Eso no es así», matizó Chaves.
El pasado, en diversas fases del envite, se impuso al futuro. El máximo responsable del PP andaluz le recordó a su oponente que lleva proponiendo el pleno empleo desde 1987. Éste contratacó con las políticas que el PP había desplegado en su etapa al frente del Gobierno nacional como el 'decretazo' o la congelación salarial a funcionarios. Arenas le gustó ese terreno: «Diga lo que quiera, pero cuando usted, señor Chaves, fue Ministro de Trabajo le hicieron una huelga general, lo mismo que a Griñán, mientras que a mí no me hicieron ninguna y firmé importantes pactos».
Buen camino
Chaves, en su turno de cierre, se decantó por recalcar sus mensajes positivos. Andalucía, a su juicio, va por el buen camino para situarse en la parte alta de la tabla de las regiones europeas. «El 9 de marzo, cuando coja su voto, piense en usted en su familia y en Andalucía», remachó.
Arenas cargó en que, tras 30 años de gobiernos del PSOE, la solución para Andalucía es «la opción del cambio «que representa el PP para Andalucía opte al liderazgo. Valderas afirmó que su apuesta es una política de izquierdas sin complejos y Álvarez pidió a sus oponentes que no se disfracen de andalucistas cada cuatro años.