Zapatero reivindica su superioridad moral y siente «vergüenza» del PP

No ganó por goleada. Lo dicen sus propios asesores. Pero José Luis Rodríguez Zapatero se presentó hoy como el triunfador del primer duelo con Mariano Rajoy al menos en un terreno: el de la moral. El presidente del Gobierno aprovechó su presencia en un acto en la sede de UGT en Madrid para recriminar a Mariano Rajoy que durante hora y media de debate manifestara «desprecio» hacia cualquier política social. Una actitud que, a su juicio, le descalifica como aspirante a la presidencia del Gobierno.

Ante un auditorio de sindicalistas entregados que, en un gesto inédito, recibieron al ministro de Economía como un gran héroe y al propio Zapatero como a un salvador, el jefe del Ejecutivo se lanzó al discurso de trazo grueso para calificar de «vergonzoso» que el líder de la oposición pusiera en duda la capacidad de la economía española para una nueva subida del salario mínimo.

«O sea -remarcó- un joven trabajador no puede cobrar 800 euros y alguien que ha sido puesto a dedo al frente de una gran empresa que privatizaron sí puede recibir indemnizaciones y retribuciones millonarias porque es de ellos», dijo en alusión al número dos de la candidatura popular por Madrid, Manuel Pizarro. «Esa es la filosofía económica, social y moral que tienen Rajoy y el PP», alegó.

El jefe del Ejecutivo también aludió al rifirrafe con el jefe de la oposición por la noche, durante un mitin en Palma de Mallorca ante 7.000 personas. Fue de manera indirecta y con cierta sorna. Pero de nuevo para poner en solfa la altura ética de los populares. «Quiero que la niña de Rajoy viva en una sociedad en la que ningún partido político recurra una ley de igualdad entre hombres y mujeres», insistió en alusión a la metáfora del líder popular sobre sus deseos para una niña recién nacida en España.

Los populares recurrieron ante el Constitucional la normativa aprobada hace casi un año y el máximo garante de la Carta Magna les quitó la razón. Fue uno de los muchos motivos por los que el secretario general del PSOE dijo hoy sentir «vergüenza» del PP. Otro, fue su actitud hacia la inmigración. Y es que las palabras del secretario de Economía del partido opositor, Miguel Arias Cañete, sobre los camareros de antaño y la relación entre la inmigración y el colapso de la sanidad, le han dado en esta campaña mucho juego.

«Tenemos la obligación moral -subrayó de nuevo- de tratar a la gente como exigíamos que trataran a los nuestros», afirmó.