Charletas Gaditanas | El esperado 2012

Tengo verdaderos deseos de ver el nuevo hospital, el hotel de Valcarcel, el nuevo puente, que ya veremos cómo se llamará al final; la plaza de Sevilla, con el edificio de la Aduana, o no; el AVE -para eso ya se le va a retirar el Talgo para que tenga más sitio-; la estación de autobuses, los aparcamientos subterráneos, inaugurar por fin la estación de ferrocarril, aunque creo que en los tiempos de Álvarez Casco se inauguró en más de una ocasión; ¿Ah!, que no se nos vaya a olvidar la inauguración del Pabellón Deportivo del Parque Genovés, ya que le queda muy poco -algo menos que hace siete años-.

No deben olvidar que las empresas dedicadas a los caterings vayan preparando esas morteradas de canapés, croquetas, empanaditas, algo de ibérico..., porque con la cantidad de inauguraciones que va a haber, vamos a necesitar grandes cantidades de viandas -y como algunas obras se inaugurarán en más de una ocasión, ya ni les cuento-.

Ahora que estamos en campaña surgirá alguna obra más, ya que por prometer que no quede. Y si siguen prometiendo, cada vez el personal se lo cree menos. Tenía un viejo conocido que decía: yo no creo más que en Dios y en el bicarbonato. En Dios porque esto lo tuvo que hacer alguien y en el bicarbonato porque me quita los ardores de estómago cuando lo necesito.

Lo que sí me gustaría es que para el 2012 no seamos nada más que una capital, la Iberoamericana de la Cultura y dejemos de ser la del paro. Y que no se nos olvide ir a votar el 9-M.