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Raúl Castro se arropa con la vieja guardia para garantizar la supervivencia del régimen

El presidente de Cuba opta porque los dirigentes de Sierra Maestra se mantengan en el poder hasta que desaparezcan por «ley de vida» La tecnocracia renovadora de Carlos Lage se reserva para el futuro

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La vieja guardia arropará a Raúl Castro en el encaje de bolillos necesario para mantener la filosofía revolucionaria del último país comunista de Occidente y, al mismo tiempo, solucionar los problemas cotidianos -básicamente económicos- de los cubanos. El camino se marcó el domingo al nom- brar al nuevo Ejecutivo: afianzar a los dirigentes de la línea dura del Partido Comunista de Cuba (PCC) como garantía de que la revolución castrista perviva cuando, según palabras del presidente electo, Raúl Castro, «por ley natural de vida, haya desaparecido su generación fundadora y forjadora».

El organigrama de los nuevos consejos de Estado y de Ministros, los máximos organismos ejecutivos, apenas cambia: Raúl asume la presidencia y la Comandancia de las Fuerzas Armadas, puestos desempeñados por Fidel Castro hasta que la enfermedad lo obligó a hacerse a un lado, mientras la primera vicepresidencia pasa a José Ramón Machado Ventura, médico en Sierra Maestra y uno de los puntales del PCC.

«Es exigente, es muy exigente», reconoció el propio Raúl. Un experto en la política de la isla dijo a este diario que con su elección como segundo de la jerarquía se quería «asegurar» la influencia del partido y la vieja guardia con un hombre, mayor -77 años- pero cuya salud es muy buena y que está muy cerca de la población.

Milita en el PCC desde 1974 y es miembro del Buró Político desde el I Congreso, en 1975. Planificador férreo, fue durante quince años jefe del Departamento de Organización. De su reputación dio cuenta el domingo Raúl: «Oye, Machado, tú eres un remendador de partidos o de comités provinciales».

Su nombramiento como sucesor de Raúl produjo alguna sorpresa entre los analistas, que habían apostado por Carlos Lage, de 56 años. Este pediatra reconvertido en impulsor de algunas reformas económicas como la legalización del dólar y la apertura de pequeños negocios de iniciativa privada, fue, eso sí, ratificado en una de las cinco vicepresidencias. Lage es considerado un tecnócrata, algo que despierta cierta desconfianza entre los militantes más ortodoxos del partido.

El único uniforme

El general de Cuerpo del Ejército y hasta ayer viceministro primero del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Julio Casas Regueiro, es otro de los hombres de la vieja guardia que recibe un espaldarazo. Será el único uniforme del Gobierno. Miembro del Comité Central del PCC y del Consejo de Estado, ayer fue catapultado a una de las vicepresidencias y, además, designado titular de la cartera de Defensa, que desde 1959 había dirigido Raúl Castro.

El cambio lo propuso el nuevo jefe de Estado y de Gobierno. Una vez constituido el Consejo de Estado, planteó su renuncia como ministro de Defensa y su sustitución por Casas Regueiro, aunque señaló que se consideraba con el derecho a ponerse «de vez en cuando mi uniforme» y recordó que, por razones del cargo, también tenía «la máxima responsabilidad en las cuestiones de la defensa del país».