El azote de los demócratas
El líder ciudadano Ralph Nader volverá a competir por la Casa Blanca tras restar buena parte de sus opciones de victoria a Gore en los comicios de 2000
Actualizado: GuardarA la tercera va la vencida y parece que la entrada de Ralph Nader en el ruedo electoral vuelve a poner de manifiesto su influencia en la vida política estadounidense. Este escritor y activista político se ha erigido como el azote de la avaricia corporativa y ha defendido a capa y espada los derechos de los consumidores y del medio ambiente. Ahora podría dar un vuelco en la carrera presidencial, donde los demócratas temen que el independiente vuelva a colocar a los republicanos en la Casa Blanca.
De hecho, la reacción de Hillary Clinton no tuvo desperdicio: tachó las aspiraciones presidenciales de Nader como «desafortunadas». «Recuerdo cuando aspiró a la presidencia antes, no hubo ningún beneficio para nadie, especialmente para el país», aseguró la senadora de Nueva York al enterarse de la noticia. Y es que, al fin y al cabo, los liberales no perdonan que Nader fuera el responsable de la derrota del ex vicepresidente Albert Gore contra George W. Bush en las elecciones de 2000.
Barack Obama, el joven senador de Illinois, que en estos momentos aventaja a Clinton en la carrera por la nominación demócrata, cree que «Nader tiene una opinión demasiado alta de su propio trabajo. Pero el trabajo del Partido Demócrata será tan contundente que un pequeño porcentaje del voto que vaya a otro candidato no representará ninguna diferencia».
Cabe recordar que el desenlace de los comicios de 2000 tuvo su momento más álgido en Florida, donde Bush venció a Gore por una diferencia de sólo 537 votos. En ese estado, Nader recibió 97.421 sufragios, que fueron a parar a los conservadores. Los demócratas no dudaron en aquel entonces en poner de manifiesto que esos votos podrían haber sido para Gore si el aspirante independiente no hubiese estado compitiendo.
Sin embargo, este defensor de los derechos de los consumidores, cuya popularidad política comenzó en los años 60 a través de su campaña a favor de una mayor seguridad en los automóviles, rechazó durante la confirmación de su entrada en la pugna electoral las críticas de que su candidatura restó votos a los demócratas en 2000, defendió su derecho a presentarse nuevamente y lanzó dardos tanto contra el favorito republicano, John McCain, como contra Obama y Hillary.
Durante una entrevista concedida al programa de televisión de la NBC 'Meet the Press', Nader descartó que su candidatura pueda llegar a herir de muerte otra vez al Partido Demócrata, sea quien sea el nominado, ya que cree que el flujo de votos hacia el Partido Republicano debería ser mucho menor después de ocho años del «desastroso» gobierno de Bush.
El anuncio de Nader se produce en medio de la ajustada disputa entre Clinton y Obama por la nominación demócrata para la Casa Blanca. Ahora todas las miras se centran en el 'segundo Supermartes' del próximo 4 de marzo, cuando los estados de Ohio, Texas, Rhode Island y Vermont, celebren sus primarias.
Los nervios de Hillary
Parece que la senadora de Nueva York no lo tiene nada claro y según publicaba 'The New York Times' el pasado fin de semana, la ex primera dama podría haber confesado a sus más íntimos que la popularidad de Obama podría estar mermando seriamente sus aspiraciones presidenciales. Por si fuera poco, una encuesta realizada por 'USA Today' y CNN/Reuters/Zogby indica que doce de cada quince superdelegados han mostrado su apoyo por el senador de Illinois desde el pasado 12 de febrero. Para colmo, buena parte de estos representantes especiales podría haber abandonado a la senadora neoyorquina para pasar a declararse indecisos.
Los 795 superdelegados demócratas son un grupo de elegidos por el propio partido formado esencialmente por gobernadores, legisladores y dirigentes demócratas que votan en la convención, pero no son elegidos a partir de las primarias, sino por su posición dentro del partido.