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La empresa Arte y Decoración cierra y su plantilla al completo se manifiesta
La entidad asegura que no pueden continuar abiertos porque sufren graves pérdidas económicas y los empleados exigen el pago de dos sueldos pendientes
Actualizado: GuardarLa plantilla de la empresa Arte y Decoración, ubicada en el polígono de Las Salinas, se concentró durante toda la mañana de ayer ante las puertas de la entidad después de que les anunciasen el cierre inmediato de la misma.
La empresa cierra las puertas argumentando que la auditoria realizada al año 2007 ha descubierto unas pérdidas que ascienden a los 335.568 euros, por lo que no puede seguir abierta.
Pero los 15 empleados no se han mostrado conformes. Maribel Pereira, delegada sindical, aseguró ayer que la empresa Arte y Decoración anteriormente recibía el nombre de Júpiter que también cerró hace 8 meses haciéndole firmar a los trabajadores la baja voluntaria para no indemnizarlos. Así, Pereira teme que los objetivos de la entidad sean continuar con el mismo negocio bajo otro nombre sin readmitir a los empleados, algo que Samuel García, administrador de Arte y Decoración, ha negado rotundamente.
Los trabajadores además denuncian que la empresa les debe más de dos meses y medio de sueldo, una cuestión a la que el administrador aseguró que se le pondrá solución el 25 de marzo, «día en el que, tras haber buscado liquidez, se abonará a los empleados el dinero que se les debe y una indemnización de 20 días por año trabajado».
Júpiter estuvo abierta más de tres años dedicada a la limpieza de edificios y labores de jardinería. Después de cerrarla, los empleados pasaron a formar parte de la nueva entidad Arte y Decoración que ha permanecido abierta 8 meses. La plantilla está formada por personas con discapacidad, ya que en un primer momento se trataba de un centro especial de empleo.
Desde la empresa, se ha dejado claro que todos los trámites que se han seguido cumplen escrupulosamente la ley y que únicamente cierran ante «las graves pérdidas económicas» que ha llevado a los propietarios a tomar la decisión de abandonar el negocio.
Por su parte, los trabajadores aseguran que «el único objetivo que persiguen los empresarios es cobrar las subvenciones que recibían por las minusvalías de la plantilla».
Maribel Pereira dejó claro ayer que seguirán luchando «para que se haga justicia y se abone cada céntimo que se les debe». Además, asegura que «realizarán un seguimiento de la empresa para evitar que vuelvan a abrir bajo otro nombre dejando a los empleados en la calle».
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