Bardem se convierte en el reclamo perfecto de la campaña electoral
Javier Bardem suele dejarse ver en manifestaciones contra la guerra de Irak, en ocasiones junto a su madre, como ayer en la gala de los Oscar, y aunque no participa activamente en la política, sí ha expresado su apoyo a Izquierda Unida (IU) en varias ocasiones. Suyas son las palabras: «Había que juzgar a Bush, Blair y Aznar por crímenes de guerra». En el papel que le ha dado la estatuilla dorada -el actor se fotografiaba ayer dándole un beso en el trasero-, interpreta a un asesino que decide la suerte de sus víctimas a cara o cruz; izquierda o derecha; perder y ganar; y viceversa. Ayer, quizá porque al verlo sentado junto al mismo Jack Nicholson en la gala vieron de verdad hasta dónde ha llegado, se lo rifaban todos los políticos en España. Y Bardem se metía en la vorágine de la campaña electoral convertido en el perfecto reclamo. De los de su cuerda habló el candidato de IU a la presidencia del Gobierno.
Actualizado: GuardarA preguntas de los periodistas, Gaspar Llamazares felicitaba desde la distancia «a Bardem y a su familia, tan vilipendiada -destacaba- por sus compromisos de izquierdas».
La vía del telegrama fue la elegida por José Luis Rodríguez Zapatero y por Mariano Rajoy para quedarse con el protagonista de Jamón, jamón. El primero le llamaba «referencia y símbolo de todos los creadores que trabajan para hacer más grande la cultura española» y «ejemplo de dignidad y compromiso». Más lacónico, aunque tan sentido o más, era el texto de la misiva enviada por el candidato de la oposición. Sus palabras recordaban a las de un padre emocionado: «Tu merecido éxito es motivo de satisfacción y de orgullo para toda la sociedad española». Rajoy cerraba el texto con «un abrazo».
El número dos del PSOE, José Blanco, también celebró la noticia y le dedicó un espacio vehemente en su blog. «¿Habrá untado Zapatero a los miembros de la Academia?», lanzaba a los populares, a quienes tildaba de «bocazas». La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro de Cultura, César Antonio Molina; la titular de Vivienda, Carme Chacón; Manuel Chaves: Diego López Garrido... Cinéfilos todos.