opinión

Crítica de TV | Cine

Habría que preguntarse si es realmente necesario programar cine el sábado por la tarde. También habría que preguntarse si a eso se le puede llamar cine. Véase la calamidad del Multicine de Antena 3 este fin de semana, en sesión doble. La primera de la tarde nos ofrecía un planteamiento de lo más tortuoso: joven matrimonio feliz súbitamente turbado por la aparición de un tercero (más exactamente, tercera) que esgrime un hijo natural (supuestamente del segundo) y finalmente es asesinada (pero no por la primera). Al final ganan los buenos, pero no resultaba fácil averiguar de quiénes se trataba. La segunda del lote era aún más letal. Podríamos resumirla así: hermosa divorciada es asesinada, aparentemente por su ex marido, que llama en su defensa a la abogada de la difunta, la cual resulta ser una mala pécora que asesina a su vez a otra que pasaba por ahí, para irse al final con el ex marido y gozar de cuantiosos beneficios ilegales; también ganaban los buenos, pero a esas alturas ya daba igual cómo acabara la cosa.

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En las dos películas, cuyos títulos no me molestaré en recordar (porque ambas cintas son literalmente para olvidar), destacaba lo abracadabrante del argumento, que parecía nacido de un concurso para ver quién ideaba el culebrón más retorcido. La calidad de los productos estaba a la misma altura, es decir, muy baja: eficientes películas para televisión, técnicamente correctas pero estéticamente irrelevantes, fabricadas en serie con destino a un mercado -el norteamericano- que consume mucho de todo y muy rápidamente. Y sobre todo: ninguno de esos dos títulos, como sucede frecuentemente en el Multicine de Antena 3, encajan con lo que uno puede esperar de la televisión en la tarde de un sábado, que suele ser más bien espacio apropiado para películas de tipo familiar, series de animación o, en fin, cualesquiera otros productos que no le hagan a uno sonrojarse al descubrir a su hijo de diez años examinando atentamente el tajo sanguinolento sobre el cuello de una mujer degollada.

Con semejante paisaje, casi se agradeció el surgimiento de Carmen Sevilla, en TVE-1, para hablarnos de Paco Martínez Soria. Concedamos que al día siguiente, o sea ayer, la situación mejoró un poco. La propia Antena 3 emitía In Good Company, de Paul Weitz, comedia romántica. La Primera, otra comedia romántica: Novia a la fuga, de Garry Marshall, con Julia Roberts y Richard Gere. Por su parte, Telecinco envolvía su ración dominical de publicidad en cortes de la película Misión imposible 2, de John Woo, un puro impacto visual cuya relación con el concepto de verdad es incluso más lejana que la de los propios anuncios. Pero la cuestión sigue siendo la misma: demasiada mediocridad .