Estado en el que quedó la caseta del repetidor de televisión del monte Arnotegi de Bilbao tras la explosión de una bomba de ETA. /AP
estalló el sábado a las afueras de bilbao

La bomba-trampa de ETA contra la Ertzaintza estaba compuesta de cinco kilos de cloratita

El artefacto era similar al que explotó en noviembre pasado en los Juzgados de Getxo y que también tenía a los artificieros como objetivo

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La bomba que explotó el sábado en las instalaciones de un repetidor de televisión a las afueras de Bilbao, y con la que ETA quiso tender una trampa a la Ertzaintza, estaba compuesta por unos cinco kilos de cloratita y era muy similar al artefacto -también trampa- que estalló en noviembre pasado en los juzgados de la localidad vizcaína de Getxo.

Hasta ahora había trascendido que la bomba de ETA del sábado tenía unos cuatro kilos de explosivo. El departamento de Interior del Gobierno vasco ha confirmado, finalmente, que la bomba estaba compuesta por cinco kilos de cloratita. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, ha explicado que la deflagración afectó a un repetidor de comunicaciones internas de la Policía municipal de la capital vizcaína y a otro del Ejecutivo autonómico.

La Ertzaintza localizó la bomba el sábado poco después de que un comunicante anónimo anunciara en nombre de ETA que explotaría a las 10.00 horas. Estaba en una caseta junto a una antena repetidora en un monte en las cercanías de la capital vizcaína. No se cumplió el anuncio etarra sino que el artefacto hizo explosión en cuanto lo tocó el robot de la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Policía vasca.

El explosivo estaba dotado de un sistema antimovimiento que activó la bomba en el momento en que se intentaba retirarla de la ventana para su neutralización. Por ello, los investigadores sospecharon desde un primer momento que la bomba tenía algún dispositivo anti-movimiento y estaba preparada como una trampa para los artificieros que acudieran a manipularla.

Segunda bomba-trampa en tres meses

Lo mismo ocurrió con otra bomba-trampa dirigida por ETA para atentar contra la Ertzaintza y colocada en los Juzgados de Getxo el pasado 11 de noviembre. En aquella ocasión, los agentes localizaron en la entrada de las instalaciones judiciales una mochila con una olla que ocultaba otros cinco kilogramos de cloratita. No explosionó y fue desactivada.

Horas después, la Policía autonómica descubrió y retiró un segundo artefacto, compuesto por tres kilos de cloratita, metralla y un detonador, en una papelera junto a la entrada de los Juzgados. Este hallazgo se produjo al repasar las cintas de vídeo de las cámaras del Juzgado, cuando los agentes descubrieron que los dos individuos que depositaron la mochila en la entrada de los oficinas después dejaron otro objeto en la papelera. Al día siguiente, 12 de noviembre, un artificiero de la Ertzaintza sufrió lesiones en las manos al explotarle el detonador de la bomba cuando la examinaba en la base policial de Iurreta.