FERVOR. Zapatero, entre serpentinas y confeti en el mitin de ayer. / EFE
ESPAÑA

Zapatero se prepara para salir al ataque en el 'cara a cara' con Rajoy

El líder socialista dice haber aprendido del debate con Solbes, que «ganó porque se impuso la verdad y la humildad» El presidente se mostrará «sereno y poco agresivo, aunque contundente»

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Una cosa es destilar talante y otra quedarse a la defensiva. José Luis Rodríguez Zapatero está preparado para salir al ataque este lunes en su primer cara a cara con Mariano Rajoy. El líder socialista, que avanzó ayer en un multitudinario mitin en Dos Hermanas (Sevilla) que acudirá a la cita «con humildad y con la verdad», pretende lograr con el debate la movilización que el PSOE necesita el 9 de marzo. Los socialistas no quieren desaprovechar la ocasión, pero tampoco quieren generar grandes expectativas.

«Creemos que no habrá un claro ganador -subrayan fuentes del partido-; se trata de un debate tan encorsetado que lo contrario resulta complicado».

Es lo de menos, a juicio de los estrategas de la campaña socialista. Dicen que también John Kerry ganó a George Bush en los enfrentamientos previos a las últimas presidenciales estadounidenses y, sin embargo, perdió las elecciones. Sostienen que el mero hecho de que se produzca el debate ya les beneficia porque servirá para crear ambiente electoral, que es lo que necesita Rodríguez Zapatero. Su tesis es que el PP ya ha tocado techo en la movilización de los suyos y lo que se agite ahora será a su favor porque el espectro socialista es mucho más amplio que el popular.

La apuesta por el empate, en todo caso, no deja de ser una estrategia más. Al PSOE le interesa llegar a la cita con «sensación de equilibrio», según confesaba recientemente un destacado miembro de la ejecutiva del partido. Fuentes cercanas al presidente aseguran, sin embargo, que su objetivo es salir «a ganar» y que está convencido de que su actuación será relevante para en desenlace de la contienda, aunque sólo sea porque afectará al estado anímico de los candidatos.

Mitin de trámite

Zapatero, de hecho, está crecido desde que su vicepresidente económico, Pedro Solbes, se enfrentó al número dos de Rajoy en las listas por Madrid, Manuel Pizarro. Tanto, que en sus mítines es difícil encontrar afirmaciones más entusiastas que las que dedica a aquel encuentro.

Este domingo, en Sevilla, aseguró que ha aprendido algo de aquel cara a cara. «Ya sabéis que Solbes está más preparado, tiene más rigor y es más serio, pero no ganó el debate por eso -afirmó-, ganó porque se impuso la verdad y la humildad».

Esa será también la clave de su actitud. Los socialistas dicen que este lunes habrá «Zapatero en estado puro», que se mostrará sereno y poco agresivo, aunque contundente. «Es lo que somos -dice un asesor del presidente- lo que siempre hemos sido y ahora usamos como estrategia electoral; Rajoy, en cambio, lo tiene más complicado porque intenta dar la vuelta al comportamiento que le ha acompañado durante toda la legislatura».

En el equipo que ha preparado el rifirrafe presumen de que su líder está «tranquilo», que no ha querido ni necesitado sparring y que la mayor parte del tiempo se ha dedicado a estudiar y asimilar en solitario las fichas con los mensajes clave que desean lanzar, las respuestas a posibles críticas de Rajoy y los «ataques» dirigidos a los puntos débiles del adversario.

Terrorismo

Los socialistas se muestran reservados sobre el contenido de esos apuntes, pero Zapatero dejó hoy claro qué es lo que espera de Rajoy. «Han dicho barbaridades como que se rompía España, que se disolvía la familia, que habíamos entregado la llave del Estado a ETA y, ahora, que se les ha caído la campaña de que la economía española iba a la ruina en el debate entre Solbes y Pizarro, ya no tienen nada que decir salvo volver al terrorismo».

Más allá de su significado, las palabras del presidente del Gobierno denotan una fijación constante con el debate.

En Dos Hermanas, ante más de 30.000 personas, ofreció no en vano un mitin de mero trámite en el que ni tan siquiera dedicó media línea a la campaña del PSOE de Andalucía. Y eso que se suponía que el acto, conjunto con Manuel Chaves, iba a ser de contenido económico. Así se justificó, al menos, que no hablara el cabeza de lista al Congreso por Sevilla, Alfonso Guerra.