Un error de patio de colegio del Real Madrid calienta la Liga

El Real Madrid , con un error de patio de colegio, se encargó de calentar la Liga él solo. Ya sólo aventaja en dos puntos al Barça, después de protagonizar una de las acciones más absurdas de los últimos tiempos. El Getafe aprovechó que la mayoría de los jugadores del líder festejaban un gol anulado a Robben para dar el golpe en el Bernabéu. Desde hace más de un año el Madrid había ganado todos sus partidos de Liga en su campo, pero volvió el Getafe, el último equipo que había logrado puntuar en el estadio blanco, y este domingo dejó en ridículo al equipo de Bernd Schuster.

Después de que Daudén Ibáñez anulase un gol a Robben, los jugadores madridistas se pusieron a festejar el tanto junto al córner, cerca del línea que no se había dirigido al centro del campo dando por válido el tanto, y atrás se quedaron vendidos Guti y Heinze. El Getafe fue más listo, sacó rápido aprovechando que los blancos no se enteraban de la fiesta con su particular celebración, y con una contra llevada por Casquero, Uche culminó la campanada en otro mal partido del Madrid , atascado, lento, sin forma física y esta vez incluso atolondrado, para dejar escapar tres puntos.

Por mucho que Mijatovic culpase al término del partido al árbitro de la derrota -"Tenía que haber parado la jugada", dijo-, los únicos responsables fueron los jugadores, que ejercieron de infantiles con una acción increíble, de chiste, que pasará a los anales de la Liga. A un equipo de tanta experiencia como se le supone al Madrid no le puede suceder lo que le ocurrió ante el Getafe, que anuló por completo el ataque blanco y no desperdició el inesperado regalo. Cuando el Madrid estaba intentando abrir la lata azulona, y tras un paradón de Abbondanzieri a Raúl, que estaba en fuera de juego, llegó el enorme mazazo. "Nos han metido un gol de niños de cuatro años", reconoció Guti, muy sincero, tras retirarse lesionado poco después de la metedura de pata de sus compañeros.

Sin ocasiones

Schuster se equivocó. Aseguró que el Barça no estaría el lunes a dos puntos, porque estaba convencido de que el Madrid no iba a tropezar ante un Getafe presuntamente muy inferior, pero que dejó en evidencia a un equipo que está en declive y parece haberse acostumbrado otra vez a perder. Lo peor que podía ocurrirle, parecía, es que el Barcelona se acercase a tres puntos. Pero como el Getafe ejerció de listo, la diferencia ha quedado reducida a dos, porque el Madrid se ha quedado también sin la suerte que le acompañaba en tantas ocasiones.

La efectividad hace ya tiempo que la ha perdido, aunque frente al Getafe apenas creó ocasiones de gol. Con un partido tan pésimo no podía esperarse que el Madrid superase al equipo de Laudrup, cuyo Getafe se plantó en el terreno de juego sin complejos frente al líder. Este Real Madrid , incapaz de tener claridad de ideas, profundidad, y velocidad, ya no puede ir de crecido, y mucho menos, ahora que el Barça le pisa los talones y que el Getafe le ha dejado en evidencia. La Liga ya está incendiada, y el equipo que caminaba con tanta autoridad y con números de récord camino del título tras una primera vuelta que parecía impecable, pese a su mal fútbol, ahora está desfondado, muy tocado física y anímicamente y, mucho más, tras el papelón de unos hombres que parecieron críos celebrando un gol inexistente.