«Sólo en Jerez no se margina a los gitanos»
Vino a escribir una guía de Andalucía y desde entonces vive aquí la mitad del año
Actualizado: GuardarSuele pasar el duro verano jerezano en su jardín de Inglaterra y el frío invierno inglés en su cálida casa de Jerez. Robin Totton ya está jubilado y ha sido profesor de Literatura y de Arquitectura Medieval. Es autor de Song of the Outcasts, en español, aunque no está traducido, El cante de los marginados. Precisamente la escritura de este libro es lo que lo ligó con Jerez irremediablemente.
-¿Sabía algo de flamenco cuando pisó Jerez por primera vez?
-No sabía absolutamente nada de flamenco y me costó mucho trabajo aprender. Me encargaron una guía sobre Andalucía y cuando vine aquí, comprobé que nadie había escrito un libro sobre flamenco que explicara el flamenco. Y yo me dije: si nadie lo explica, lo hago yo. Voy a aprender de flamenco y voy a escribir mi propio libro. Pensé que bastaría con tres meses y nueve años más tarde, consciente de que no sabía bastante, hice el libro que se titula Song of the Outcasts, El cante de los marginados. Salió en Estados Unidos en 2003, pero yo sigo aquí. Una persona me dijo: quizás puedas dejar el flamenco pero a los jerezanos no los dejarás porque los quieres mucho. Compré un piso y aquí estoy la mitad del año.
-¿Es difícil aprender flamenco?
- Fue muy difícil porque es música pero los flamencos no lo tratan como música y no saben que es única. Los expertos hablaban de la palabra, de la interpretación, del ritmo,... pero nada de la música. Cuando lo dominé después de mucho tiempo, me di cuenta de que ellos tenían razón, de que es el ritmo lo que cuenta, la sutileza, la complicación, la fuerza del ritmo. Me hacían falta años para comprender que el compás quiere decir mucho más que lo que parece.
-¿Por qué El cante de los marginados?
- Cuando lo saqué, un gitano de Jerez me dijo que no le gustaba. Solamente en Jerez, los gitanos no son marginados. También ocurre en Utrera y Lebrija pero en las grandes ciudades los gitanos son marginados. En Granada los odian, los desprecian, los tratan muy mal y luego se quejan de que les roban.
-Dicen que un extranjero no puede llegar a entender el flamenco nunca.
-Hay una parte minúscula de verdad en eso. Calixto Sánchez me dijo que se podían explicar los ritmos y melodías, que no se puede explicar lo que es el flamenco pero sí los ingredientes. Y es eso lo que traté de hacer en mi libro para ingleses y americanos. Aunque sólo está en inglés, también se puede comprar aquí en el quiosco del Teatro Villamarta.
-¿Algún nombre que destaca del Festival de este año?
-Manuela Carrasco es la diosa, no hay otra mejor. También me gusta Marco Flores: es uno de los mejores bailaores jóvenes.
-¿Se valora más el flamenco en Jerez o fuera?
-Según mi impresión de extranjero, entre la burguesía jerezana no se valora.
-¿Algún otro proyecto de libro?
-Estoy desalentado porque el Centro Andaluz de Flamenco me pidió una traducción y no la ha publicado.
vmontero@lavozdigital.es