Aguacero de dudas de un Cádiz B con dos caras opuestas
Los Palacios contaba con los tres puntos cuando Weto empató en el 95'
Actualizado: GuardarEl Cádiz B mostró dos caras diametralmente opuestas ante Los Palacios. El equipo de Raúl Procopio salió aletargado en la primera mitad, en la que los sevillanos dominaron el juego y las ocasiones, pero en la segunda hizo un derroche de casta y encerró al conjunto de Asián en su campo.
El fuerte aguacero que azotó ayer El Rosal, que fue incrementando a medida que pasaban los minutos, fue decisivo en el devenir del choque. Era de lógica prever que, dadas las condiciones meteorológicas, el campo iba a ir encharcándose progresivamente y las piernas iban a pesar mucho al final. También entraba dentro de lo previsible que el filial, por su mayor juventud, iba a llegar más fuerte a este tramo. Por ello Asián, inteligente, ordenó a los suyos que salieran a por todas en los primeros compases, donde además todavía se podía tocar la pelota. Esta presión terminó dando sus frutos.
A los cuatro minutos, una internada de Monsalvete -increíble su capacidad de desborde- la culmina con una buena vaselina que se va alta. Un minuto después, David se saca un zapatazo que roza en un defensa y se marcha a córner.
Los sevillanos eran dueños y señores del balón, lo que se tradujo en el primer gol del partido. Macías recibe un balón en el centro del campo y, como si se tratara del mísmisimo Guti, se inventa un pase medido que rompe el fuera de juego y deja solo a David. El diestro, en el uno a uno con David, dribla bien hacia la izquierda y únicamente tiene que empujar a gol. El propio Macías tuvo en sus botas el segundo. Se aprovecha del rechace tras una falta y engancha un zapatazo que obliga a David a sacudirse la pelota como puede. En estos primeros compases, el Cádiz B sólo se acercó a la portería de Josete a balón parado. La acción con más peligro la tuvo Manu Barreiro en su cabeza, pero el cancerbero palaciego estuvo acertado.
Cambio radical
La reanudación trajo consigo aires nuevos para los amarillos. Si en la primera parte habían recibido un baño de juego por parte de los rojillos, en la segunda la situación dio un vuelco, sobre todo en los últimos veinte minutos.
Con el campo completamente encharcado, los de Procopio tiraron de casta y consiguieron encerrar al rival en su campo. No obstante, era muy complicado crear peligro porque el balón no se podía jugar. Cuando todo parecía perdido (95') llegó de nuevo Weto para hacer de salvador. En un corner donde subió incluso el portero David, el defensa se aprovecha del barullo en el área pequeña para empatar. Llegaba el premio para un Cádiz B que, no obstante, no termina de disipar las dudas.