« Santos de Veracruz Soy un artista, sobre todo con las facturas»
-¿Es usted uno de esos artistas que 'hace arte' para llegar a fin de mes?
Actualizado:-Y que lo digas. En los dos sentidos. Vivo de esto y hago malabarismos con el dinero. Soy un artista, sobre todo con las facturas. Aunque cuando empecé era mucho peor.
-¿Qué le supone más esfuerzo creativo, pintar un muro o pagar la hipoteca?
-Yo es que soy más de alquiler. Pero lo tengo claro: pagar, siempre pagar, requiere de mucha imaginación.
-Un artista que está fuera de los circuitos habituales, ¿a quién tiene que amenazar para exponer por primera vez?
-En mi caso, tuve que engañar de mala manera a algunos amigos, que me prestaron su bar.
-¿Qué tal se ve ARCO desde Santa Coloma de Gramanet?
-Allí el 'ARCO' llega sin flechas.
-Dicen que en el arte está todo inventado...
-Por supuesto.
-¿Entonces por qué seguir?
-Esto es como el gazpacho: aunque son muchos los que tienen los mismos ingredientes, y hasta las mismas proporciones, siempre sale diferente. Hay que darle el puntito personal. O darle la vuelta a la receta.
-Empezó a leer con 'El Guerrero del antifaz'. ¿Qué más aprendió de él?
-Aprendí un montón de cosas en los mercadillos, cuando iba a cambiar tebeos con mi colega Sergio.
-¿Dalí o Ibáñez?
-Sorolla.
-¿Por?
-Por el premio. Y porque me gusta.
-¿Mozart o La Paquera?
-¿La Paquera, de aquí a Lima!
-Víbora, Kamikaze, Mondo Sonoro, Cáñamo, Zumba... Son publicaciones muy combativas. ¿Lo veremos alguna vez con frac, recogiendo un premio del Ministerio de Cultura?
-Con frac seguro que no.
-Si vendiera un dibujo por unos cuantos miles de euros...
-Seguiría pintando.
-¿Qué tiene que pasar para que usted se meta en una oficina de 8 a 3 y dedique las tardes a cuidar a sus hijos?
-Tiene que pasar que sea una pesadilla de dos pares de.... No hay otra.
-¿Le hubiera gustado ser bandolero?
-Mejor que guardia civil. Por lo menos eran espíritus libres. Me quedo con el tipo de Robin Hood.
-Su novia es gaditana. ¿Ha pensado en venirse al sur por amor?
-Esto me encanta, de verdad. Pero aquí hay que mudarse con el pan hecho. Y más en lo mío.
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