ESPAÑA

Mariano Rajoy pide el voto socialista porque «España no es de derechas ni de izquierdas»

El líder popular asegura que en el PSOE «no hay gestión, no hay programa ni nada de nada» El candidato buscó en su discurso el resplado «de los que se sienten liberales» y de los indecisos

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El primer movimiento del candidato del PP en esta campaña electoral fue para ampliar el abanico de su público. Mariano Rajoy pidió el apoyo del centro e incluso de la izquierda política porque su equipo de campaña cree que José Luis Rodríguez Zapatero no ha logrado conectar con su electorado.

Las encuestas que a diario realiza el comité de campaña que dirige Pío García-Escudero reflejan, según fuentes cercanas al líder popular, un desconcierto de los seguidores socialistas, que en la sede de la calle Génova atribuyen a una ausencia de contenidos en los discursos del candidato. Por eso Rajoy tiene mucho interés en llenar sus discursos de iniciativas y ofertas programáticas para convencer a los socialistas indecisos que son críticos con la política autonómica y antiterrorista del PSOE de que el partido gubernamental «no es ni socialista ni obrero y dudosamente español».

En el acto central de la primera jornada de campaña en Ciudad Real, se erigió en defensor de la nación española como la más antigua de Europa y aseguró: «España no es de derechas ni de izquierdas». «A este partido le puede votar quien se sienta liberal y quien se sienta socialista», propuso horas antes en Córdoba e hizo una oferta política «para todos».

Prometió defender «algunas cosas que se han puesto en tela de juicio en estos cuatro años, cosas que nos unían a todos» y mencionó la España constitucional, el rechazo a la negociación con ETA y la apuesta por la derrota del terrorismo. Está claro que el mensaje que el líder del PP quiere transmitir es el de un gobernante moderado y conciliador, que busca la unidad y la concordia y se encargará de resolver los problemas de los ciudadanos «sin distinción de sexo, edad, raza, creencia e ideología».

Zapatero, en tensión

Este brindis universal de un proyecto político en el que caben todos es el vehículo elegido por el candidato popular para captar la atención y ganarse la confianza del centro político.

Al mismo tiempo, dramatiza la situación de Rodríguez Zapatero como la de un líder político nervioso y agresivo porque teme perder el poder. A ello ayuda su reiterada referencia al comentario sobre la «tensión» del presidente del Gobierno en su entrevista de la cadena Cuatro.

«No hay gestión, no hay programa ni nada de nada», asegura Mariano Rajoy al tiempo que acusa al presidente del Gobierno de generar problemas y tensión. Pero ante los incidentes que padecen algunos dirigentes populares en diferentes puntos de España, el candidato les pide que no entren al trapo ni distraigan la atención de su objetivo primordial que es presentar su programa. Las fuentes populares consultadas aseguran que sus encuestas demuestran que la imagen del líder del PSOE se está deteriorando. «Cada vez se le ve más como un militante que defiende la camiseta del PSOE que como un gobernante», aseguran. Rajoy le acusó de no haber hecho nada en la legislatura para impedir que suban los precios, aumente el paro, las hipotecas y otro tipo de problemas que afectan al bolsillo de los electores.

A este discurso de contenido económico dedicó buena parte de su tiempo este jueves, aunque antes de Ciudad Real, Rajoy estuvo en Córdoba. En un acto destinado a mujeres en un hotel de Córdoba, repleto a reventar, desgranó las iniciativas del programa electoral del PP para lograr la plena igualdad de hombres y mujeres, rebajas fiscales para las trabajadoras y el aumento de las pensiones de viudedad para elevar la base de cotización al 70 por ciento.