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Una de estas estatuillas podría ir a manos de Bardem o Iglesias mañana por la noche. /REUTERS
a 24 horas de la gala

Javier Bardem y Alberto Iglesias comparten nervios e ilusión por los Oscar

Los dos españoles optan, por segunda vez en su carrera, a una estatuilla dorada cada uno

AGENCIAS |
LOS ANGELESActualizado:

Los dos españoles candidatos al Oscar de 2008, Javier Bardem y Alberto Iglesias, pasan las últimas horas previas a la gala con nervios pero con gran ilusión, conscientes de que esto no es algo "que se viva todos los días". En sus encuentros con los medios españoles, celebrados en sendos hoteles de Los Angeles con escasa diferencia horaria, ambos han dado buena muestra de su satisfacción por estar de nuevo a las puertas del Oscar, un premio que en el caso de Bardem coronaría por vez primera a un actor español.

Bardem, muy contento y satisfecho, ha reconocido que el haber trabajado con los hermanos Coen en 'No es país para viejos', por cuyo papel aspira al Oscar al mejor actor de reparto, ha sido ya "un milagro". "Trabajar con ellos es una fiesta, son gente que nunca renuncia al placer de trabajar. Se toman muy en serio su trabajo y en broma a sí mismos y por tanto no hallan nunca esa sensación casi sacra que algunos directores dan al rodaje", ha admitido Bardem, quien ya fue candidato a los Oscar con 'Antes que anochezca' en 2001.

La conferencia de prensa, a la que se ha negado la entrada a varios medios españoles acreditados porque según sus organizadores se ha tratado de un encuentro muy "íntimo", ha servido para que Bardem explicara que siente que los premios recibidos por este trabajo, más de quince, son algo "accidental, fortuito y bonito". "A mí me cogen, me llevan... voy pidiendo cigarros y cosas de beber y comer sobre la marcha", ha dicho el actor para explicar que no tenía nada que ver con el veto a algunos periodistas.

Pendientes de un doblete español

Bardem vive la candidatura "con alegría", pero no oculta que, tras la ceremonia de los Oscar, en la que estará acompañado por su madre, Pilar Bardem, lo que quiere es "que acabe todo esto y descansar". Si le dan el galardón, "será estupendo y si no, diré que qué pena, pero sólo me durará unos minutos".

Su compatriota Alberto Iglesias, candidato al Oscar por la banda sonora de 'The Kite Runner', ha recibido a la prensa con sencillez, en una habitación de hotel, sentado en un sofá y sin poder disimular los nervios. El donostiarra irá a la ceremonia acompañado por su novia Cristina y su hijo Jon, su mejor apoyo en una noche inolvidable. Ha reconocido que "no rezo habitualmente, y no voy a hacerlo ahora, sería una trampa" aunque Marc Foster -director del filme- le regaló una medalla que utilizará como talismán.

A Iglesias se le nota cómodo en Los Ángeles y sólo le pone un pero a su estancia: "Me acojona (sic) un poco el Teatro Kodak, tanta gente... si me dieran el premio sería algo intimidatorio, pero también una alegría". Precavido, prefiere dejar para más adelante los posibles festejos, aunque de algo no tiene duda: celebraría el Oscar con champagne y con todos los medios españoles allí presentes. "No he planeado ninguna fiesta, pero ya improvisaré si gano; a ver si Javier y yo hacemos doblete, sería algo histórico", ha asegurado.