La ilusión de los primeros días y copas El verbo en la bodega
La bodega de San Ginés empieza ya a tomar color y es escenario del reencuentro de los flamencos
Actualizado: GuardarUn año hacía que los aficionados, por un lado, y trabajadores del flamenco, por otro, no pisaban la Bodega de San Ginés más que para algún acontecimiento puntual, y si es que viven en Jerez. Los demás, la mayoría forasteros -como dirían en las películas del Oeste-, no habían vuelto a percibir el aroma intenso del vino desde que el pasado Festival de Jerez echara el telón.
Se nota que ya había ganas. Estos dos primeros días de encuentro y tertulia (el jueves para la presentación de ¿Viva Jerez! y ayer con Lola Greco) han servido para los saludos y abrazos:
-(Muac, muac) ¿Cómo estás? Qué de tiempo
-Un año. Me alegro de verte otra vez (con un acento indescifrable y la maleta a cuestas) .
-No me lo podía perder. Ya van doce años viniendo y tenía unas ganas...
-Pues mañana llegan Fulanito y Menganito y me llamaron para preguntarme por ti y tal y cual....
Y de ahí pasan a tomar el primer catavino con frutos secos de la temporada festivalera y se suaviza el ambiente. Dejan de sentirse recién llegados y cogen sus cámaras de fotos y se cruzan con Angelita Gómez, que llega con su amplísima sonrisa habitual y se acercan a las botas firmadas y vuelven a los frutos secos y a la charla. Y así un día y otro durante quince y aunque tengan caras de cansados, están disfrutando de lo lindo, rodeados de los artistas a los que admiraron durante toda su vida porque como dijo la propia Delegada de Cultura, Dolores Barroso, «Jerez es el único sitio donde vas a comprar a la Plaza o a tomar un café y te encuentras a Paco Cepero». Todavía faltan algunas caras conocidas por aterrizar en Jerez pero el ambientillo empieza a caldearse hasta que llegue el momento en que el turno de preguntas sea más largo que la presentación y el aroma bodeguero los embriague hasta querer que siempre sea Festival de Jerez.