Escollos en el camino
A pesar de la confianza en sí mismo, los socialistas admiten que tendrán que salvar algunos escollos. El proceso de paz y la reforma del 'Estatut' aún permanecen en la memoria de muchos ciudadanos y, si bien aseguran que en sí mismos no propiciarán un trasvase de votos al PP, sí temen que inhiba a sus votantes clásicos. Eso explica que se haya recurrido a la figura de Felipe González, quien protagonizará más de diez mítines en las próximas dos semanas.
Actualizado: GuardarOtro sector que aún se les resiste es el de los votantes de entre 30 y 35 años que en 1996 dieron la victoria a José María Aznar. En cambio, aspiran a triunfar entre los nuevos votantes que, en estos comicios, son 1,7 millones. La clave, repiten hasta el hartazgo en Ferraz, es la movilización. El suelo electoral del PP es más sólido pero el techo del PSOE está más alto. Algunos respiran tranquilos porque la intención directa de voto en los sondeos es elevada y porque creen que la imagen del PP en el cogote agitará conciencias. Además, insisten en que no se detecta la más mínima pulsión de cambio. Con todo, el pronóstico de importantes dirigentes de la cúpula del partido es que se ganará, pero no habrá forma de llegar a la mayoría absoluta.