«Parece que tengo a todo el mundo muerto de miedo»

La ex chica Almodóvar, Victoria Mérida Rojas (Madrid, 1959), vive feliz en París cantando a la vida junto a su pareja y sus dos hijos. A España vuelve para rodar. Agosto de 2006 se lo pasó interpretando a un «cadáver exquisito» en Óscar. Una pasión surrealista, donde interpreta a una abogada que, tras conocer que le quedan tres meses de vida, se empeña en encontrar una pintura del artista canario Óscar Domínguez. «Que creas que estás plena de salud y que te digan que te quedan unos días es muy heavy».

-Extraña ponerse a buscar un cuadro.

-¿Y qué vas a hacer? ¿Te vas a poner a recorrer el mundo? Eso tiene sentido cuando te queda vida por delante. Pero si no Te quedas sin sentido y hay que levantarse.

-¿Conocía al canario Óscar Domínguez?

-No. Pero es un genio y su vida fue todavía más surrealista que su pintura. Es un desconocido y yo soy defensora de causas pobres.

-Encontró a Lucas Fernández, el director, en un periódico.

-Sí, leí una entrevista en Málaga y me enteré de que a un tipo le gustaría horrores que trabajara con él. Bueno, me dije: ¿pero quién es éste que me lanza declaraciones de amor a través de la prensa? Pedí el guión y, ¿hala!, para adelante.

-Hasta canta una canción.

-Sí. Lucas me pidió que la preparara para los títulos de crédito y me ha quedado maravillosa. La he incluido en mi disco Oh, la, la, que acabo de sacar en Francia.

-¿Contenta con él?

-Es una preciosidad. No tiene nada que ver con el anterior, que era de bossa nova. Este es chanson, con las mejores plumas francesas del siglo pasado, llevadas a los mejores palos del flamenco. Es un bebé con alma francesa y corazón gitano. Y no sabes el trabajo que me han hecho cuatro dinastías gitanas de Andalucía.

-¿Cuándo lo trae por aquí?

-En septiembre, espero. Ahora no tengo tiempo. En dos semanas ruedo con Díaz Yanes la continuación de Nadie hablará de nosotras... No veas qué guión ha hecho Tarantano (Tano es el apodo de Agustín Díaz Yanes). ¿Tarantano is back!

-Más de cien películas después, ¿qué le motiva para participar en otra?

-Que me guste la historia, cómo me lo pidan... Como tengo dos fuentes de ingreso no estoy obligada a comerme marrones, ¿no?

-Los directores primerizos le temerán

-Noooo. Yo nunca tengo problemas con la gente con la que trabajo. Tengo problemas con la gente que no me conoce, que tengo una reputación de bicho y parece que tengo a todo el mundo muerto de miedo.

-¿Qué le falta por hacer?

-Ya lo estoy haciendo. Cantar. Sólo quiero morirme cantando. Antes quería morirme haciendo películas y ahora cantando.

-¿Tiene una edad buena para actuar?

-Estoy ideal. En los conciertos no se viene a trabajar, sino a disfrutar. Cantar es un paraíso. Una terapia. La música es un esperanto que nos hemos inventado. Puedo estar cantando en portugués en Israel, en Marruecos o en Francia. Da igual. Al cuarto compás de Mais que nada ya está todo el mundo al mismo son. No he visto cosa igual.

-Me refería a las películas

-Hombre, hombre. Las películas son vacaciones. Cuanta más edad tengo más necesito crear y hacer algo útil de mi tiempo El cine es ideal para eso. La música es real, pero el cine es virtual. Es que la música...Es fantástico, fantástico. ¿Es que ya no necesito hacer el amor! Tengo unos chutes, unos chutes. Son dos horas de oxígeno.

-¿Cómo ve la carrera de Penélope?

-Pues no la veo mucho. Sólo a través de las revistas y digo: 'No te preocupes, pobrecita mía, que eso se te pasa cuando eres vieja'.Y, mientras tanto, ¿a mamar gallo! O haces como yo y te largas y vives en un sitio donde el actor tiene derecho a su intimidad.

-A Penélope y Bardem no les van a dejar

-¿Que se jodan que para eso son jóvenes! Yo ya pasé por ahí (ríe).