Fomento estrena sin inauguración oficial el AVE Madrid-Barcelona
La alta velocidad une ya las dos grandes capitales en dos horas y media tras doce años de obras e inversiones Puntualidad, expectación y pocos pasajeros, tónica de los primeros trenes
Actualizado:Emoción y mucha expectación entre los pasajeros, y aliento contenido y nervios entre los responsables de Renfe, Adif y el Misterio de Fomento. Ayer, 20 de febrero, rodaban los primeros AVE entre Madrid y Barcelona. Una auténtica revolución en el transporte que ha roto los conceptos de tiempo y distancia en España. En apenas dos horas y media, la alta velocidad une ya, tras doce años de obras y una inversión multimillonaria, las dos grandes capitales.
Rapidez, puntualidad y comodidad eran las palabras más escuchadas a la llegada de los viajeros en las estaciones de Puerta de Atocha y Sants. El AVE ha llegado para quedarse y competir con el avión y la carretera, a los que robará miles de usuarios.
Facilidades del tren
En los primeros trenes del día, más periodistas que clientes. Muchos de los pasajeros, usuarios habituales del Puente Aéreo de Iberia, destacaban las «facilidades del tren». Y es que Renfe ha diseñado su oferta para que los viajeros puedan llegar al embarque hasta dos minutos antes de la salida del convoy.
Además, las medidas de seguridad en las estaciones son mucho más laxas que en los aeropuertos. Una vez en el tren -explica un pasajero- la distancia entre asientos, la posibilidad de caminar, mirar por las ventanas o tomarte un café a bordo «dan puntos al tren y se los quitan al avión». Las inevitables comparaciones entre el AVE y el Puente Aéreo situaron ayer como claro ganador al tren.
La oferta, que incluye tarifas con un descuento de hasta el 60% (por Internet y con quince días de antelación) han abierto la alta velocidad a todos los públicos. De hecho, la mayor parte del pasaje de los primeros trenes viajaba en clase turista.
Ante los problemas desatados el pasado octubre en las obra del AVE, que dejaron sin Cercanías a cientos de miles de barceloneses y aún colean, y el especial el momento pre-electoral que vive el país, el Gobierno prefirió no inaugurar el Madrid-Barcelona.
Adoptado el perfil más bajo posible, y sin autoridades ni ministra a bordo de los AVE, el protagonismo recayó en los pasajeros. No en vano, toda la oposición, el Parlamento Catalán y el Senado han pedido la cabeza de Magdalena Álvarez por la denominada crisis del AVE.