La Junta paraliza las obras en San Juan de Dios para evitar daños al patrimonio

La delegación provincial de Cultura ordenó ayer paralizar las obras de rehabilitación del Hospital de San Juan de Dios ante la sospecha de que la empresa que ejecuta las reformas haya ocasionado «posibles daños» al patrimonio histórico gaditano. «No tenemos conciencia exacta de lo que pasa todavía», explicaba la responsable del ramo, Dolores Caballero, a primera hora de la mañana, «porque los operarios han impedido el paso a nuestros técnicos, y no podemos datar ni evaluar la importancia de los restos que han aparecido».

Según el Ayuntamiento, un equipo de inspectores municipales sí logró acceder a la zona y comprobó que «se están realizando trabajos que no se contemplan en el proyecto básico por el que se les concedió la licencia». «Se trata, por ahora, de una obra ilegal», sentenciaron desde el Consistorio, por lo que «se ha ordenado su inmediata paralización y se ha abierto un expediente de restitución de la legalidad», que presumiblemente lleve pareja una sanción.

Desde el Obispado de Cádiz, el párroco de Santa Cruz y vicario general de la Diócesis, Guillermo Domínguez Leonsegui, mantenía que «las obras no se han detenido, porque no hay ningún informe que así lo exija, al menos todavía, aunque sí que es cierto que los obreros han dejado de trabajar en esa parte del solar». Domínguez insistió en que la iglesia, promotora de la actuación, no tiene «constancia de que se esté haciendo algo que no estuviera previamente recogido en el proyecto que en su día se presentó al Ayuntamiento de la ciudad».

Además, dudó de que los restos aparecidos procedan de una muralla romana «consolidada», ya que «todo parece indicar que son sillares de alguna construcción, que posteriormente se utilizaron como relleno». No obstante, se manifestó «a la espera de lo que nos digan los expertos» y adelantó que cumplirán «escrictamente con el protocolo que la administración tenga previsto para este tipo de actuaciones».

A la espera

La delegada de Cultura, Dolores Caballero, no quiso desmentir ni confirmar que los restos hallados pertenezcan al Teatro Romano, aunque no descartó que «formen parte de elementos reutilizados» del foso. Una vez que se evalúe su entidad, «se obligará a la empresa a presentar un nuevo proyecto que los tenga en consideración», apuntó Caballero, que recalcó la necesidad de que «haya un arqueólogo presente durante todas las intervenciones que se acometan en una zona tan sensible».

El Ayuntamiento, por su parte, argumentó que «el estudio arqueológico no era exigible porque el proyecto no especificaba que se fuera a intervenir en las cimentaciones del edificio».

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