Cultura

Ana Arrieta deja la Academia de Cine para formar parte de la Fundación Borau

Entró en la Academia de Cine cuando José Luis Borau era el máximo responsable de la entidad y se va para dirigir la Fundación que lleva el apellido del veterano director, productor y guionista aragonés. La todavía directora general de la Academia, Ana Arrieta deja el cargo que ocupaba desde mayo de 1995, decisión que ya había comunicado a los responsables de la Casa que preside Angeles González Sinde y que el próximo viernes hará oficial ante la junta directiva.

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Veterana colaborada de la institución, en la que ejercía de asesora jurídica desde 1996, Arrieta no oculta su temor a que los miembros de la junta directiva pongan obstáculos a su salida ya que su contrato finaliza el próximo 31 de mayo. «Pero yo me quiero incorporar el 1 de marzo a la Fundación Borau, que se constituyó en julio del año pasado. Me están esperando para ponerla en marcha y me apetece mucho porque es un proyecto muy bonito», explica la abogada, que, por contrato, podría compaginar la dirección de la Fundación Borau con la asesoría jurídica de la Academia. «Podría, pero no lo contemplo. Me voy del todo», apunta.

Entusiasmada con la propuesta de José Luis Borau, que tiene como objetivo promocionar el cine español, Arrieta señala que los retos que se marcó cuando aceptó el cargo de directora general se han cumplido. «La nueva sede ya está funcionando, hemos cubierto el puesto de secretario técnico y han aumentado las actividades -ciclos, cursos, seminarios, conferencias y exposiciones- Los casi tres años que he pasado aquí han sido fabulosos, han merecido la pena. Pero, cumplidos los objetivos, empezaba una tarea más rutinaria», subraya.

La abogada no oculta que su relación con la presidenta de la institución, Angeles González Sinde, no era fluida. «No somos amigas, pero tampoco enemigas. Nuestra relación era puramente formal, profesional. Mi decisión no ha dependido de quién esté en la presidencia. Me hubiera ido igual si hubiese sido Mercedes Sampietro, que es mi amiga; Marisa Paredes, con la que mantengo una relación supercordial; o Aitana Sánchez Gijón, a quien me une una relación más que cordial», reconoce.

En su nuevo destino, la Fundación Borau, se encargará de promocionar nuestro cine fuera de España y también ayudará a estudiantes a través de becas.