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Careo de promesas
El primer debate en la provincia entre el PSOE y el PP, con Luis Pizarro y Antonio Sanz, acaba sin grandes reproches
Actualizado: GuardarAntonio Sanz eligió para el careo un jersey pulligan color azul cielo, a juego con el decorado, y Luis Pizarro, lejos de su estilo cowboy, prefirió un look más serio, con traje chaqueta azul marino de terciopelo. El apretón de manos entre el secretario de Organización del PSOE y el secretario regional del PP explica la escasa agresividad del primer debate electoral entre ambos candidatos al Parlamento de Andalucía. En distancias cortas se caen bien. Otra cosa es cuando la tele está de por medio. El debate es ya una puesta en escena.
Pizarro y Sanz están acostumbrados a medirse y eso quedó de manifiesto ayer en la Asociación de la Prensa, que preparó un decorado para la emisión que nada tiene que envidiar a los de las grandes cadenas televisivas. Maquillaje para los políticos, un café e intercambio de palabras con los asesores.
Sobre el atril del más veterano, folios ordenados con párrafos subrayados en verde fosforito. En el del más joven de aspecto, Sanz, un cuaderno de anillas de propaganda del PP.
El moderador, el periodista Fernando Pérez, ocupa su sitio en el atril transparente y da las pautas a seguir. Cuatro bloques de veinte minutos, a empezar por el estatuto de Andalucía, para luego ir entrando en temás más peliagudos, como la vivienda, el empleo y las infraestructuras.
Entre el público, escaso por la hora, los más cercanos a uno y a otro. José Luis Blanco, Francisco Aido y Juan Cornejo, con Pizarro; Daniel Nieto, Jesús Mancha, Aldayturriaga, José Loaiza y Ana Mestre, con Sanz. Todos en una sala acondicionada para la prensa con una gran pantalla de plasma en la primera planta de la sede de la Asociación. Café para todos.
El estatuto no dio demasiado juego. Los dos estuvieron de acuerdo en que era bueno para Andalucía, pero el líder del PP, en su papel de malo de la oposición, precisó que se había cumplido un año y que al «Fórmula Uno le falta la gasolina», en referencia a que el estatuto «le viene grande a Chaves». Habló de incumplimientos por hacer coincidir las elecciones andaluzas y generales, lo que Pizarro rebatió porque «eso no lo contempla, y además Aznar y Chaves también coincidieron en 1996 y 2004».
Simil deportivo
Utilizando el símil del campeón Alonso, Pizarro añadió que , de momento, «todas las carreras en Andalucía las ha ganado Chaves, dos a Arenas y dos a Teófila».
El debate se calentó con el tema de la vivienda, donde Sanz echó en cara que los socialistas hayan encarecido las hipotecas y habló del «drama» para quienes no tienen acceso a un piso. Pizarro derivó el debate a las infraestructuras, un terreno que domina no tanto como la oratoria en público, donde Sanz -con más tablas al haber sido portavoz en el Parlamento- le cogió las vueltas. Pero una cosa son tablas y otra veteranía, y ahí no hay quien le gane a Pizarro, que enumeró los tramos de carreteras inauguradas, sin olvidar los avances en otras infraestructuras, como la comunicación por tren. «No sé como no se pone usted colorado al decir que sólo hemos inaugurado esta legislatura cincuenta y cinco kilómetros», le recriminó a Sanz, esta vez sin tutearle como al principio del debate.
La salsa llegó con el tema del empleo. Ahí los números bailaron dependiendo de quien los utilizaba y el cruce de acusaciones por la quiebra que atravesó Astilleros en época de Aznar o la pérdida de empleo de Delphi aceleró a los candidatos, sin llegar a mayores.
En las conclusiones, el careo de promesas: «Si gobernamos, traeremos a Cádiz ....», lo que haga falta, con tal de que los gaditanos los voten.