Barberá explica la teoría y práctica de los cantes de Cádiz en La Merced

«Como se canta aquí, no se canta en ninguna parte», dice La Perla de Cádiz, proyectada en blanco y negro en una de las paredes del Centro Flamenco de La Merced. Por la pantalla desfila también Pericón, que alaba largamente la capacidad de Los Mellizos para «cantar hasta que se te caían los huesos», y otros tantos artistas de su generación, enlace entre la caterva indiscutible de principios de siglo y los que le tomaron el relevo en la posguerra.

Estas figuras, nombres propios del arte jondo en la provincia, resucitaron ayer gracias al Taller de Cantes y Estilos Flamencos que imparte Antonio Barberá, y que congregó a casi una treintena de aficionados y profesionales dispuestos a ahondar «en el aprendizaje de los diferentes cantes, en su reconocimiento, en su riqueza, en su historia y en sus virtudes».

Barberá presentó el programa con una hermosas palabras de Fernando Quiñones en las que reivindicaba estos estilos como «mucho más que graciosos y con salero, ya que tienen una profusión de matices, una hondura y un dramatismo capaz de igualar a cualquiera de los mal llamados cantes mayores».

El flamencólogo planteó su intención de hacer del ciclo un fórum ameno, provechoso y divertido en la que se entremezclen las explicaciones didácticas con la proyección de vídeos y la audición de flamenco, para «que los conocimientos teóricos que adquiramos tengan una justa correspondencia con la capacidad práctica de ponerlos en uso».

Pero, por encima de todo, el responsable del Taller subrayó su intención de «ensalzar y defender lo que también es nuestro patrimonio común, nuestra cultura, y que requiere de una constante divulgación». dperez@lavozdigital.es