La Policía apunta a delincuentes «recién salidos de la cárcel» como autores de los últimos robos

Delincuente habitual, que actúa de manera improvisada y que carece de un plan previamente diseñado parece ser el perfil de los atracadores que en los últimos días han protagonizado la crónica negra de la Bahía. Al menos ésa es la sospecha que tiene tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil, que trabajan en los distintos casos en función del lugar donde han ocurrido.

El comisario provincial, José María Deira, descartó ayer que esta oleada de atracos sea obra de alguna banda organizada o que este repunte en los robos con violencia e intimidación sea fruto de alguna circunstancia ajena a la delincuencia como la crisis económica. «Detrás de esto hay uno o dos delincuentes habituales, que acaban de salir de la cárcel, y que van a la desesperada a la búsqueda de dinero fácil. Es algo puntual y cuando estos tipos sean arrestados, la situación previsiblemente se tranquilizará», decía ayer el comisario Deira.

Ésa es también la principal hipótesis sobre la que trabaja la Guardia Civil en el caso del asalto a la colchonería de Chiclana, donde perdió la vida la dependienta Loli Amaya. Y es que desde el primer momento, los agentes de la Benemérita encargados de la investigación han sospechado de delincuentes de la zona. De ahí que una de las primeras indagaciones realizadas fue comprobar si las personas fichadas por este tipo de delitos estaban en situación de libertad o en prisión, para ir descartando posibles sospechosos. Si bien, el Instituto Armado aún no ha descartado ningún móvil.

Este periódico trató de hablar con el máximo responsable de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz para conocer su impresión sobre esta sucesión de asaltos que está generando tanta alarma, pero rehusó hacer declaraciones. Tampoco quiso pronunciarse el subdelegado del Gobierno, Sebastián Saucedo. Según fuentes de su gabinete, Saucedo tenía ayer una agenda muy apretada y no podía hacer declaraciones sobre este asunto.

Las investigaciones que dirige la Guardia Civil y la Policía Nacional aún no han dado los frutos deseados que son las detenciones de los autores.

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