SOS Carnaval
El Carnaval 2008 ha terminado. El dios Momo expulsado del paraíso se ha retirado a descansar a sus aposentos submarinos caleteros, hasta que el milagro de las coplas resurja de nuevo y reine en Cádiz por unos meses entre el júbilo y la algarabía de los gaditanos y de los visitantes, que son muchos. Hablando de visitantes, han triplicado su asistencia y por año que pasa se ven menos caras conocidas en el teatro y en la calle. Hora es de cambiar radicalmente muchas cosas, desde el cartel anunciador, pasando por su insípida presentación en Madrid, hasta la quema de la Bruja Piti.
Actualizado:Ha llegado el momento de quitarse la careta y rendirse a la realidad. Hay que hablar claro y rotundo y decir verdades como un templo para que no vuelvan a suceder en el futuro inmediato cosas que para nada van con el espíritu y el alma de la fiesta.
El Carnaval está tomando un camino equivocado y se aleja de su línea maestra. Se aparta peligrosamente de los principios básicos heredados del pasado. El Carnaval corre un serio riesgo si no se unen de una vez para siempre colectivos, Ayuntamiento, cultura, turismo, fuerzas vivas de la ciudad y otros que sean necesarios, para marcar con rotundidad el camino a seguir, sin escobas que barran para adentro y sentimentalismos trasnochados.
Hay que tomarse más en serio esta fiesta que nos pertenece a todos, guste o no guste, para devolverle su dignidad y su esplendor. Hay que alzar la voz con rotundidad y decir ¿Basta ya! Que la fiesta está muy por encima de intereses partidistas o comportamientos mafiosillos. Es un deber como gaditano salvar nuestro rico patrimonio cultural y artístico. Salvemos el Carnaval, que forma parte de nuestra idiosincrasia y es obra maestra del gaditano.