
Un atentado suicida contra un convoy militar en Afganistán causa al menos 37 muertos
El ataque, reivindicado por los talibán, iba dirigido contra un soldado que viajaba en un convoy canadiense y que resultó herido
KANDAHAR Actualizado: GuardarUn nuevo ataque suicida contra un convoy canadiense ha dejado al menos 37 muertos y 30 heridos en la provincia sureña de Kandahar, un día después de que Afganistán registrara el atentado más sangriento desde la caída del régimen talibán en 2001.
Un portavoz del gobernador de la región de Kandahar, Daud Khan, ha asegurado que el ataque iba dirigido contra un soldado que viajaba en el convoy y que ha resultado herido. Asimismo, otros dos militares canadienses han sufrido heridas en el ataque, perpetrado frente a un puesto policial en la localidad fronteriza de Spin Boldak.
Aunque el portavoz del Ministerio afgano de Interior, Zemarai Bashari, ha asegurado que a causa del atentado han muerto 30 personas y 20 han resultado heridas, el gobernador de Kandahar, Assadullah Khalid, ha elevado finalmente el número de víctimas mortales a 37.
Los talibán, a traves de su portavoz Qari Mohammad Yousuf han reivindicado el atentado. Yousuf ha asegurado que en la explosión han muerto diez militares extranjeros y varios afganos, al mismo tiempo que ha asegurado que son falsas las cifras del Gobierno sobre bajas civiles.
Recrudecimiento de la violencia
Este atentado ocurre un día después de que más de centenar de personas murieran en un presunto atentado suicida a las afueras de la ciudad de Kandahar, cuando una multitud presenciaba una pelea de perros. Aunque en un principio las autoridades cifraron el número de muertos en ochenta el gobernador de la provincia ha confirmado que el número de muertos total ascendió a cien. Khalid, no tardó ayer en acusar a los talibán de este ataque, pero el grupo ha negado toda responsabilidad.
Ambos atentados han tenido lugar en la provincia de Kandahar, considerada uno de los feudos talibanes junto a otras regiones meridionales como Helmand. También es uno de los puntos principales de la ruta del opio en Afganistán, cuyo comercio aporta grandes beneficios a la insurgencia talibán.
En esta conflictiva región, los combates entre los integristas y las fuerzas internacionales y afganas son constantes. De hecho, después de un periodo de relativa calma la violencia en Afganistán se ha recrudecido con los últimos atentados.
El año pasado, el más cruento desde que empezó la operación Libertad Duradera en Afganistán en 2001, unas 6.300 personas murieron víctimas de la violencia en el país.