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Un fenómeno complejo
'Pasaje a Occidente', de Giacomo Marramao, reflexiona sobre el término 'globalización', que para muchos es una marca de prestigio y para otros, una denigrante etiqueta
Actualizado: GuardarA pesar de que la mayoría de los análisis que se han elaborado sobre el proceso -complejo e imparable- de la globalización, aún se siguen enfocando desde perspectivas exclusiva o predominantemente económicas, hemos de reconocer que los episodios a los que aluden diariamente los medios de comunicación nos demuestran que dichos cambios trascienden ampliamente los límites de los valores materiales. Por muy escasa que sea la atención que prestemos a los movimientos sociales, todos percibimos que la vida humana -la de los individuos y la de las naciones-, las jerarquías de los valores y los contenidos de las ideas que circulan en la actualidad también están experimentando unas transformaciones sustanciales. Hemos de reconocer que las nuevas tecnologías no sólo influyen en la naturaleza externa sino que también determinan alteraciones importantes en nuestras ideas, en nuestras actitudes y en nuestros comportamientos humanos.
¿Cuál es -se preguntan los sociólogos, los antropólogos, los juristas, los historiadores y los filósofos- el significado completo de esta palabra -globalización- que, para algunos, es una marca de prestigio -que sirve para acreditar los valores de lo nuevo-, y que, para otros, es una denigrante etiqueta -que califica los desórdenes más negativos de nuestros tiempos-?
Giacomo Marramao, profesor de filosofía política y de filosofía y ciencias sociales en la Universidad de Roma, y miembro del Collège International de Philosophie de Paris, traza en este libro un detallado mapa teórico, elaborado tras una seria crítica de las distintas posiciones que, en la actualidad, adoptan los pensadores más cualificados. Sus análisis nos demuestran cómo el complejo proceso que estamos experimentando transforma toda la cultura y cambia el significado de unas nociones que han sido fundamentales para definir el mundo moderno como, por ejemplo, identidad y diferencia, contigencia y necesidad y, sobre todo, local y global.
Gracias a las agudas y a las sugerentes reflexiones de Marramao, podemos comprender cómo, aunque a primera vista nos parezca contradictoria, la dimensión local es una de las características de la nueva concepción de la globalidad, el espacio social ya no coincide con la localización geográfica y, en la nueva dimensión de la sociedad-mundo, la proximidad física y la vecindad social se bifurcan. Opino que, tras la lectura detenida de esta interesante obra, estaremos en condiciones de vislumbrar muchas de las consecuencias teóricas y prácticas -culturales, políticas y económicas- que se derivan de esa «convivencia entre ausentes», realizada gracias a la anulación de las distancias de relaciones personales y de productos materiales de las tecnologías multimedias del «tiempo real». Estoy convencido de que, desde esta óptica multidisciplinar, los analistas de nuestra sociedad replantearán, al menos parcialmente, muchos de las cuestiones que a todos nos preocupan.