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Los cuatro disidentes liberados en Cuba aseguran que «seguirán luchando» desde España
Los presos políticos del 'Grupo de los 75' fueron condenados en abril 2003, acusados de conspirar con Estados Unidos, atentar contra la independencia del Estado y socavar los principios de la revolución
LA HABANA Actualizado: GuardarLos cuatro disidentes que el régimen cubano ha dejado en libertad esta madrugada ya están en España, donde van a recibir tratamiento médico. A su llegada Alejandro González Raga, Omar Pernet, José Gabriel Ramón Castillo y Pedro Pablo Álvarez han asegurado que seguirán luchando por sus compañeros del llamado 'Grupo de los 75' encarcelados todavía en Cuba.
Aunque el Gobierno español no ha querido dar publicidad a la acogida de los cuatro cubanos por no considerarlo "oportuno", los mismos han sido recibidos a pie de pista por representantes del Ministerio de Interior y del de Exteriores, así como por miembros de la Cruz Roja. Estos últimos les han efectuado un chequeo médico para determinar su estado de salud, que en alguno de los casos es bastante delicado.
Acompañados por algunos de sus familiares González, Pernet, Castillo y Álvarez se han trasladado a un hotel madrileño donde han sido recibidos por el poeta y periodista cubano Raúl Rivero.
Rivero, ex compañero de prisión de los cuatro, les ha abrazado emocionado y ha destacado que, desde su mentalidad de preso, "está felicísimo por la libertad de todos ellos". Rivero ha añadido que confía que en la posible lista de otros tres presos que pueden ser liberados estén los nombres de Julio Pulido, Normando Hernández y José Luis García Paneque, porque "están muy graves".
"Aunque tenga una posición crítica en otras líneas de trabajo del Gobierno español, reconozco que en el tema de los presos ha tenido un gran tesón para que salgan estas cuatro personas", ha admitido Rivero.
Trabajo por el resto de presos políticos
Pedro Pablo Álvarez, encarcelado durante cinco años y que ha llegado a Madrid acompañado de su hermana y varios sobrinos, ha declarado que le fue "muy difícil decir que sí" cuando le dieron a elegir entre quedarse preso o exiliarse en España. "Ha sido desgarrador no poder quedarme en Cuba ni un sólo día tras salir de la cárcel", ha añadido Álvarez, de 60 años, que cree que si tuviera "diez o quince años menos" se hubiera quedado para "soportar la prisión" con sus compañeros.
Alejandro González Raga, que ha estado cinco años en la cárcel de Camagüey junto al estomatólogo Julio Pulido, del que no ha podido despedirse, ha expresado la "mezcla de alegría y dolor" que siente hoy. "Te vamos a conceder la licencia extra penal pero tienes que emigrar a España" fueron las palabras que le dijeron el pasado martes a González Raga las autoridades cubanas. Y el disidente ha explicado que decidió venir porque no se considera ni "un mártir" ni tiene "pasta de apóstol".
"Estoy muy agradecido con el Gobierno español por la excarcelación de nosotros cuatro", ha señalado González Raga, pero asegura que "duele" el acordarse de sus compañeros que ahora mismo siguen "en las deplorables prisiones cubana".
Omar Pernet, el único que ha llegado en silla de ruedas por tener una pierna fracturada, ha comentado que se encuentra sólo "un poco alegre", aunque agradece mucho al Gobierno español su liberación. "Tenía que haber estado preso hasta el 2028", ha explicado Pernet, quien ha manifestado su tristeza porque en su tierra, en Cuba, no le quieren.
El cuarto cubano disidente llegado hoy a Madrid junto a su esposa es José Gabriel Ramón, tras siete años en las prisiones o, según él, "ergástulos castristas" que existen en Cuba.
Satisfacción y recelos de la oposición
Dirigentes de la oposición han manifestado su alegría por las liberaciones, pero dicen que son insuficientes, porque aún hay cientos de presos políticos en Cuba. Además, han expresado el temor de que las autoridades de la isla usen las excarcelaciones como un "regalo político" a Moratinos y al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en vísperas de las elecciones generales de marzo.
Oswaldo Payá, líder del MCL, ha manifestado su "alegría" por la noticia, pero ha rechazado la posibilidad de "cualquier instrumentalización de esta situación" con fines partidarios. "Sería repugnante que las liberaciones supusieran un trofeo para un partido político", ha indicado Payá, que ha insistido en su oposición a la "manipulación política de presos políticos".