Una multitud atestó la plaza para acompañar a Dolores. / ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

La familia y un millar de vecinos dan su último adiós a Loli Amaya

El sepelio tuvo lugar en Conil con el silencio absoluto de los asistentes, roto tan sólo por los gritos desgarrados del novio y la madre de la joven apuñalada La Guardia Civil continúa buscando al autor del homicidio de la colchonería

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Dolor, mucho dolor. El sentimiento más extendido en cualquier sepelio alcanzaba ayer por la mañana en Conil su máximo exponente con el último adiós a Dolores Amaya, la joven conileña asesinada de una puñalada por un atracador en la noche del jueves mientras se encontraba a punto de cerrar la colchonería en la que trabajaba.

Cuarenta y cinco minutos antes de la hora fijada para el funeral, las 11 de la mañana, ya era posible ver grupos de familiares, amigos o simplemente paisanos de la víctima en los alrededores de la Parroquia de Santa Catalina de Conil esperando el funeral. Apenas cabía un alfiler cinco minutos antes de que llegara el cortejo fúnebre, que nada más hacer acto de presencia fue recibido con una muestra de respeto expresado con aplausos. Los desgarrados gritos de «¿Guapa!» o «¿Me la han matado, a mi niña, me la han matado!», del novio y la madre de Loli Amaya, respectivamente, eran lo único que rompía el imponente silencio de respeto y luto que los más de mil personas que asistieron al sepelio guardaban.

Por momentos sólo se escucharon esos gritos y el silbar del fuerte viento de levante que ayer tampoco quiso faltar a la despedida de la joven, que por expreso deseo de la familia fue trasladada tras poco más de veinte minutos de homilía hasta el camposanto conileño, para ser sepultada en la más estricta intimidad.

Investigación

Con el fin de hacerles llegar su pésame y compartir el dolor de la pérdida con los allegados, en torno a Santa Catalina se reunieron ayer representantes de los gobiernos municipales de Chiclana y Conil con el alcalde de la villa, Antonio Roldán, a la cabeza, así como numerosos miembros voluntarios de Protección Civil de Chiclana y Cruz Roja, que escoltaron en su recorrido a Dolores en su despedida.

En ambas poblaciones vecinas, unidas en estos duros momentos por la indignación y la tragedia, muchos se preguntan quién está detrás de este fatal desenlace. Durante toda la jornada de ayer la Guardia Civil continuó con la búsqueda del atracador y homicida. Las pesquisas se centran, según fuentes policiales, en delincuentes habituales de la zona, uno de los cuales podría estar detrás no sólo del apuñalamiento de Dolores sino también de otros robos cometidos en la localidad chiclanera. La familia de la víctima, a través de su suegro, Eladio Martínez, ha vuelto a hacer un llamamiento a la colaboración ciudadana para que se puedan aportar nuevas pistas sobre la identidad del autor de los hechos.

Mientras, son muchas las voces que piden mantener la calma y dejar trabajar a las fuerzas y cuerpos de seguridad. Para mañana lunes se han organizado sendas concentraciones de protesta con paros de cinco minutos de silencio en Conil y en Chiclana.

chiclana@lavozdigital.es