Una brasileña escapa tras seis años de secuestro y sufrir continuas violaciones
La historia de la austriaca Natascha Kampusch, secuestrada a los diez años y escondida durante ocho en un sótano por su raptor hasta que logró escapar en agosto de 2006, se ha repetido de forma más escalofriante en Brasil. Una joven brasileña de 19 años denunció ante la Policía que vivió seis en un sótano, cautiva de un sexagenario que la violaba desde hacía nueve y con quien tuvo dos hijos.
Actualizado: GuardarSegún información de la delegada de la mujer de la Policía de Goiania, capital del estado de Goias, en el centro de Brasil, la muchacha, cuya identidad no trascendió, dijo que escapó hace una semana cuando su captor, Raimundo Gomes da Silva, tuvo que ir al hospital por una herida de bala que sufrió durante un tiroteo, y dejó la puerta sin cerrar. El hombre es dueño de un bar situado en la parte delantera de la vivienda.
«Me violaba desde los 10 años», confesó la joven ante la funcionaria civil Dilamar de Souza. La joven relató que tenía esa edad cuando fue por primera vez al bar de Gomes a pedir alimentos para su familia. El hombre le dio lo que pedía pero a cambio la violó. Desde entonces, durante tres años, Gomes la iba a buscar a su casa y abusaba de ella, declaró la víctima.
Los padres, cansados de la extorsión, presentaron una denuncia a la Policía, aseguró, pero el hombre seguía acechándoles y hasta prendió fuego a su humilde casa. Decidieron entonces mudarse a la localidad de Taguatinga, pero a los cuatro meses Gomes les encontró y -siempre según la declaración de la joven- el hombre mató a la madre de la niña. La adolescente, que por entonces tenía 13 años, aterrorizada por la situación optó por irse a vivir con Gomes al bar.
Enterrado en la casa
El hombre la mantenía cautiva en un sótano donde la violó reiteradamente. Como producto del brutal abuso, la muchacha tuvo dos hijos que nacieron en el hospital regional de la ciudad. Una niña, que tendría actualmente cinco años y cuyo paradero se desconoce, y otro que al cumplir dos fue asesinado por Gomes y enterrado en la misma finca en la que vivían, afirmó la joven. La Policía intentaba ayer sin éxito dar con el cuerpo del menor mientras que el agresor sigue prófugo.
Ahora, las autoridades deberán revisar toda la historia para comprobar qué fue de la familia de origen de la muchacha, si es cierto que Gomes mató a su madre hace seis años, si hay registros de los nacimientos de los menores y se encuentran el cuerpo del niño y el destino de la pequeña, ambos nacidos en cautiverio, y si alguien presenció el tiroteo que, según la chica, le permitió recuperar la libertad.