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La Policía realiza un control a un vehículo en una calle de Karachi dentro del dispositivo especial de 80.000 militares para vigilar las elecciones legislativas programadas para el próximo lunes. /EFE
a dos días de las elecciones

Un nuevo atentado contra el partido de Bhutto cierra la campaña electoral en Pakistán con 38 muertos

Un coche bomba estalla frente a una sede del PPP en el cinturón tribal fronterizo con Afganistán, al oste del país

REDACCIÓN/AGENCIAS |
ISLAMABADActualizado:

Al menos 38 personas han muerto y un centenar han resultado heridas en una explosión registrada frente a una sede electoral del opositor Partido Popular de Pakistán (PPP) en el cinturón tribal fronterizo con Afganistán, según una fuente hospitalaria citada por la cadena de televisión Dawn. La explosión de un vehículo con explosivos se ha registrado en la localidad de Parachinar, en la región tribal de Kurram, en el oeste de Pakistán.

El atentado estaría dirigido contra Riyaz Hussain Shah, candidato independiente respaldado por el PPP. Según las primeras informaciones, la bomba estaba adosada a un coche aparcado frente a la oficina de la campaña de Shah, en el barrio de Eidgah. El propio Shah ha declarado que se encuentra bien a pesar de que se encontraba en la oficina. Shah y sus seguidores regresaban a la sede tras el acto político de cierre de campaña para las legislativas del lunes.

El atentado de hoy es el primero que tiene el PPP como objetivo desde el que costó la vida a su líder, Benazir Bhutto, y una veintena de personas el pasado 27 de diciembre en Rawalpindi, ciudad vecina de Islamabad. Aquel atentado supuso el aplazamiento hasta el 18 de febrero de los comicios legislativos previstos el 8 de enero.

Elecciones teñidas de violencia el lunes

Desde el atentado que costó la vida a Bhutto los candidatos han adoptado estrictas medidas de seguridad en sus escasas apariciones ante seguidores, a los que se dirigen protegidos tras urnas de cristal antibalas y una barrera de seguridad compuesta por vigilantes y altas vallas de separación con los asistentes a cada mitin.

Pese a todas estas medidas, el de hoy ha sido el tercer atentado contra un partido de los últimos ocho días de campaña electoral. Los otros dos tuvieron como objetivo al Partido Nacional Awami, un grupo de la tribu pastún laico y minoritario, y causaron 37 muertos.

Según ha anunciado el Ejército, desde anoche ha quedado completado el despliegue de sus efectivos -81.000 entre soldados y paramilitares- para garantizar que la votación del lunes desarrolle con normalidad, tarea que compartirán con 305.000 miembros de la Policía.

Sin embargo, los resultados están lejos de ser los esperados porque esta misma mañana tres colegios electorales han quedado destruidos por la explosión de artefactos en Khar, en la región tribal de Bajaur.

Preocupación de la UE

Antes del atentado contra el PPP, el ministro del Interior paquistaní, Hamid Nawaz, había asegurado a los observadores de la UE que el Gobierno ha adoptado todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad en el proceso electoral. La Unión Europea ha mostrado ya su preocupación por el desarrollo de los comicios aunque ha valorado el compromiso de Musharraf para que sean "libres, justos, transparentes y pacíficos".

Los próximos comicios se presentan de vital importancia para mantener la estabilidad en el país y por su repercusión internacional. Desde hace más de un año Pakistán está asediado por la violencia y los intentos de su presidente por mantener controlada la situación pero los problemas han llegado antes de que ningún paquistaní ejerza su derecho al voto.

La primera polémica ha saltado al conocerse una conversación entre el fiscal general del Estado, Malik Qayyum, en la que admitía a un desconocido que los comicios sufrirán un fraude electoral "masivo", según la organización 'Human Rights Watch'.

Qayyum sugería al desconocido que, si quería presentarse a la Asamblea Nacional, no lo hiciese por Sharif ni por Bhutto (que aún vivía) porque "si lo hace, tendrá problemas", le aconsejó Qayyum. "Harán un fraude electoral masivo para que su gente gane", reconoció el fiscal general en alusión a los dirigentes del partido gubernamental. "Si puedes conseguir ir con ellos, hazlo", le insistía el fiscal, colaborador de Musharraf.