Deportes/Mas-Deportes

Conflicto justificado

Poco a poco las aguas se han ido calmando durante la semana a pesar del fuerte viento de Levante, que siempre nos saca de nuestras casillas, por lo que se temió un desperfecto mayor en el vestuario de Carranza.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ciñéndonos a lo que somos, simples mensajeros de la información, contamos el amago de conflicto tras el empate a uno de Salamanca y, posteriormente, contamos que los mismos que lo habían iniciado, sabiamente, lo arreglaron a los dos días. Así pues, no veo por ningún lado las ganas de la prensa de querer enredar como aseguraba «una de las voces poderosas de la plantilla».

Si resulta que el código entre futbolistas consiste en que lo que ocurre en el terreno de juego, dentro se queda, y que la ropa se lava también dentro de casa, no entiendo que vea la luz...aunque si hacemos caso a las palabras del prometedor Banega, la prensa no debería publicarlo pero claro, aquí ya entramos en el peligroso terreno de qué es lo que merece ser sabido por unos y escondido por otros.

Cuando un jugador se va de la lengua, sus motivos tendrá y, según qué casos, me ha parecido una buena estrategia para espabilar conciencias muy bien pagadas, por cierto. Me alegra que el equipo esté cabreado, me alegra que se reconozca que se jugó a no perder cuando se marcó el gol, me alegra que se critique el triple pivote del fin de semana pasado, me alegra que los enfadados la tomen con De la Cuesta, me alegra que se echase de menos a Enrique en el once titular, me alegra que Antonio Calderón asuma su culpa y responsabilidad, me alegra ver que el equipo es ambicioso y que no tolera estar situado tan cerca del descenso y cada vez más lejos del ascenso. Me alegra porque, aunque muy poca, aún me queda algo de esperanza para comprobar que mañana no se repetirán los mismos fallos.