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Una oleada de atracos en negocios de la Bahía siembra el miedo en los comerciantes
Cinco establecimientos fueron asaltados en un día y los propietarios de una tienda en Chiclana denunciaron ayer que la puerta de su comercio textil había amanecido forzada
Actualizado: GuardarUna sucesión de atracos violentos en cinco comercios de la Bahía, en sólo un día, ha generado una importante alarma social entre los comerciantes. Esta sensación de miedo era más que palpable ayer en las tiendas de Chiclana, sobre todo después de que se hubiera conocido la noticia de la muerte de Dolores Amaya Ramírez, la dependienta de una colchonería que fue apuñalada la noche anterior por un hombre, minutos antes de que echara el cerrojo del negocio.
La Guardia Civil, que investiga la identidad y el paradero del individuo que atacó a Dolores, cruzó información con la Policía Nacional nada más conocerse los hechos, dados los numerosos asaltos ocurridos en un corto periodo de tiempo. Esas primeras pesquisas apuntan algunas coincidencias.
El Día de San Valentín de este año será recordado por algunos comerciantes como una jornada nada romántica y sí muy violenta. Esta sucesión de robos en un mismo día tiene su arranque a las once de la mañana. En el intervalo de una media hora fueron asaltadas una farmacia y una tienda de Puerto Real. En ambos casos actuó un individuo a cara descubierta, que se desplazaba con una moto, de color rojo y negro, y que amenazó a sus víctimas con un arma de fuego.
El golpe en la botica del Barrio Jarana ha desatado el temor en esta zona puertorrealeña, ya que es la primera vez que asaltan a punta de pistola un establecimiento con clientes en su interior. Los vecinos no han tardado en reaccionar y piden más vigilancia. En este atraco, el ladrón desvalijó la caja de recaudación; mientras que en la tienda donde entraron a robar antes, fue sustraído un ordenador.
Al mediodía, y siempre según las horas fijadas por las víctimas y los testigos, un supermercado fue asaltado en San Fernando y se volvió a repetir el modus operandi y la descripción del sospechoso. El establecimiento, próximo a la Venta de Vargas y al Instituto Isla de León, ocurrió poco antes de las doce y media de la mañana, cuando había en ese momento numerosos clientes haciendo la compra. El ladrón huyó en una motocicleta con un botín de 320 euros, que logró sustraer ayudado de un arma de fuego. Esta persona actuó prácticamente a cara descubierta, ya que sólo vestía unas gafas de sol, que perdió durante la huida.
Falsa alarma en Cádiz
Esa cadena de acontecimientos hizo que una falsa alarma que saltó, antes del mediodía, en una entidad bancaria de la plaza del Palillero, en Cádiz, congregara a numerosos agentes de Policía, de paisano y uniforme, que estuvieron rastreando la zona ante la posibilidad de que el mismo ladrón hubiera vuelto a actuar. Fuentes de la investigación confirmaron a este medio que la Policía trabaja en la hipótesis de que estos atracos hayan sido perpetrados por la misma persona, al coincidir muchos datos aportados por los testigos.
Principal sospechoso
Pero la serie de golpes no se detuvo y prosiguió por la tarde. Sobre las seis, un hombre alto, delgado y que vestía una camiseta verde y pantalón vaquero entraba armado con un cuchillo en una tienda de ropa de la calle Jesús Nazareno de Chiclana. El individuo le puso un cuchillo en el cuello a la dependienta, a quien le sustrajo 200 euros de la caja y le amenazó con matarla si decía algo. En menos de un minuto salió corriendo del negocio. La víctima, que al igual que Dolores Amaya se encontraba sola en el establecimiento en el momento del asalto, salió corriendo detrás de él y gritando para que alguien pudiera apresarlo. Pero el ladrón logró huir.
Esta huida fue presenciada por Ana María Gómez, que regenta una tienda de ropa para bebés que está enfrente del negocio asaltado. Ella misma vio al sospechoso merodeando por su tienda momentos antes de que ocurriera el robo. «Estuvo mirando y vio que yo tenía clientela. Creo que se decidió por el otro establecimiento porque la chica (amiga de Ana María) estaba sola».
En esta ocasión, el ladrón no cubría su cara. Sólo llevaba un gorro que tiró durante su escapada. Ana María Gómez recuerda que no es la primera vez que en esa zona «entran a robar». Precisamente la dependienta de la tienda de ropa atracada ya fue víctima de un hecho similar en octubre pasado. Por esas fechas, esta joven comerciante también vio cómo su negocio también era objetivo de los cacos y ayer por la mañana su esposo denunciaba que la puerta de acceso al establecimiento había sido forzada de madrugada, aunque no lograron entrar. «Estamos en pleno centro y ocurre esto. Yo tengo miedo de quedarme sola en el local. Parece que están buscando tiendas en donde haya en ese momento una mujer sola al frente para poder hacer lo que quieran».
Tres horas después de lo acaecido en la calle Jesús Nazareno, ocurría el atraco más trágico. Un individuo, cuya descripción física se corresponde con la del autor del anterior asalto, apuñalaba a Dolores Amaya -conocida familiarmente como Loli- en la colchonería donde trabajaba. También huyó a pie y ante la presencia de testigos. La Guardia Civil investiga si los dos ladrones son la misma persona.
Por su parte, las asociaciones de empresarios y comerciantes de Chiclana se sumaron ayer al dolor y el pésame por el fallecimiento de la joven dependienta y mostraron su incredulidad ante unos hechos tan violentos que tengan como escenario Chiclana. En la sede de la Asociación de Comerciantes local se recibieron numerosas llamadas de apoyo y solidaridad para el comercio donde se produjo el apuñalamiento y para el resto del colectivo, que se considera indefenso ante este tipo de ataques violentos.
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