Serbia lanza una advertencia a la UE y anula por adelantado la independencia de Kosovo
La misión civil de la Unión Europea paralela a la secesión entra en vigor esta medianoche y todo apunta a que la proclamación será el domingo
Actualizado:La independencia de Kosovo, aún sin fecha oficial, parece cosa hecha porque ayer todos los interesados -Serbia, UE, Rusia, EE UU- anticiparon sus reacciones ante la evidencia de que se va a producir muy pronto. El día más probable sigue siendo el domingo, aunque también se habla del lunes. La cadena de movimientos de ayer parecía confirmarlo. Serbia adelantó con una declaración que considerará nula la independencia. La UE fijó para la medianoche de hoy la entrada en vigor de su misión civil en Kosovo, que debe sustituir a la de la ONU cuando se anuncie la secesión. Rusia, a instancias de Belgrado, pidió el miércoles una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para abordar el problema antes de que se presente, pues juzga ilegal tanto la segregación como la operación de la UE. De hecho, una de las razones que se oían para que la proclamación fuera el domingo es que impedía reunir con rapidez el Consejo de Seguridad. La sesión tuvo lugar ayer por la tarde, madrugada en España.
El territorio serbio administrado por la ONU desde el fin de la guerra, en 1999, y con una mayoría albanesa del 90% lleva meses dando por inminente su secesión de Belgrado, apoyada por la UE y EE UU, pero ayer las señales se acumularon. Paradójicamente, la más importante fue el anuncio del Gobierno serbio, pues al anular la independencia es la primera vez que asume oficialmente que es una realidad inevitable. El propio primer ministro, Vojislav Kostunica, apareció en televisión con gesto serio para comunicar a los ciudadanos que la secesión de Kosovo, cuna medieval y sentimental de la Gran Serbia, es «inminente» y cuestión «de unos pocos días».
Belgrado reiteró que la ruptura unilateral de este territorio es «una violencia ilegal». «Esto ocurre por primera vez y es una grave violación del derecho internacional», insistió. Ésta es la baza que va a jugar Serbia en todos los organismos internacionales, y con buenos argumentos, pues se trata de la imposición externa de una secesión a un Estado democrático y soberano, en contra de la resolución 1244 de la ONU, la última que regula la cuestión.
No hay precedentes y precisamente Belgrado esgrime el presunto peligro de una cascada de emulaciones en otros países con nacionalismos y movimientos separatistas, metiendo en un mismo cajón casos tan distintos como Chipre, Moldavia o el País Vasco. Sin embargo, la UE y EE UU, que a través de la OTAN ya intervinieron militarmente en 1999 en Kosovo sin el permiso de la ONU, opinan que es una solución excepcional a un caso excepcional. El propio mediador de Naciones Unidas, Martti Ahtisaari, concluyó en 2007 que la independencia era la única salida.
Combate diplomático
De momento, Serbia ha abierto el combate diplomático, su única arma, y también ha advertido de que declara nulas «todas las decisiones de la UE sobre el envío de la misión a Kosovo», pues Bruselas tampoco cuenta con cobertura de la ONU en esta maniobra.