Las rodillas de 'cristal' rompen a Ronaldo

Ronaldo vive perseguido desde hace más de una década por una maldición que amenaza con poner fin a su carrera a los 31 años. El brasileño deberá estar entre nueve meses y un año de baja tras tener que ser operado en París de la rotura del tendón rotuliano de la rodilla izquierda que se produjo la noche del miércoles con el Milan, durante el partido de Liga italiana aplazado contra el Livorno. Ronaldo pidió ser tratado en la capital francesa por el equipo que le intervino hace años ochos, cuando militaba en el Inter y padeció la misma lesión pero en la otra articulación. Entonces, sufrió en el dique seco durante 16 meses.

La forma de jugar de Ronaldo, que le hace forzar mucho los tendones de sus rodillas de cristal, y su sobrepeso, se apuntan como dos de las principales causas de la última grave lesión. Se trata de la cuarta dolencia de este tipo que padece.

Ahora que volvía a sentirse futbolista en el Milan, esta vez escuchó el crack en la pierna buena, no la que se destrozó en abril de 2000. Sus gritos de dolor y sus lágrimas en San Siro recordaron a las del Olímpico de Roma, donde se puso en duda su futuro, aunque regresó para conquistar el Mundial de Japón, convertirse en pieza clave en el título de Liga que ganó con el Real Madrid y ser pichichi en la Liga española.

Operado con éxito

El Milan no quiere dejarle tirado y se ha planteado renovar su contrato automáticamente. Silvio Berlusconi no pierde la esperanza. «Pienso que volverá a ser un campeón. Con los progresos de la ciencia a los 31 años se es aún joven».

«La mala suerte le ha hecho caer, pero siempre tuvo la fuerza y las ganas de levantarse, virtudes propias de un gran campeón y un gran hombre», escribe este jueves La Gazzetta dello Sport. Sin embargo, añade que «El Fenómeno podría ser ya casi un ex».

Los mensajes de ánimo para el que fue mejor jugador del mundo en 1996, 1997 y 2002 y máximo goleador en la historia de los Mundiales con 15 tantos, son una constante.

Massimo Moratti, el presidente del Inter que luego se sintió traicionado por el futbolista, le transmitió su aliento. «En este momento se puede hablar de que su carrera está en riesgo, pero tiene una fuerza de ánimo notable y un físico fuerte. Lo siento mucho por el jugador pero, sobre todo por la persona», subrayó.

Piero Volpi, el médico interista que fue testigo de la recuperación del astro brasileño en 2000, no es pesimista. «El daño puede ser reparado y más ahora con los avances técnicos. Tiene tiempo y posibilidades».

Ayer fue operado con éxito en el hospital La Pitié Sâlpetrière de la rotura del cartílago. La intervención duró dos horas, y la previsión es que el delantero esté entre ocho y diez días en el hospital. Los médicos agregan que su futuro como deportista depende básicamente de su motivación personal.