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Punto y Pelota | La bendición del Xerez

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Ya va siendo hora de que algunos de los entrenadores que han pasado por el Xerez den las gracias al club por ficharles y a los inconformistas por echarles. Aquí vino Schuster y muchos le cuestionaron porque entrenaba con poca intensidad y además era un antipático. Llegó Chaparro, muy feo para el Xerez, no daba la imagen. Alcaraz era muy triste con los cincuenta puntos, había que ajusticiarlo cuanto antes en la plaza del pueblo. Murcia era un prepotente, a la hoguera con él. Algunos con más saña que otros se llevaron de aquí serios correctivos. Si lo analizamos bien, los que atizaban siempre eran los mismos. Los que en su afán de notoriedad y en su complejo de inferioridad no llevaban bien lo de nos ser tan notorios e importantes como el entrenador. Se marcharon de aquí algunos con más pena que gloria. Pero todos ellos acabaron en Primera o luchando por el ascenso. Algo pasa en esta ciudad ¿no? Bernardo en el Madrid, Alcaraz en el Murcia, Chaparro en el Betis…. Por eso ahora entiendo la felicidad de Esteban Vigo cuando lo fichó el Xerez. Yo soy él y vengo gratis, porque acabará en Primera fijo. Para triunfar en el Xerez se requiere por lo tanto: ser simpático, no llevarse mal con la prensa, no presumir de currículo ante un plumilla, ser guapo y ganar partidos, pero esto último es secundario. Eso mismo lo podemos trasladar a la parte administrativa y de gestión. Es mejor tener a filtradores y estómagos agradecidos, que gente eficaz que resuelva problemas. Por aquí, recientemente han pasado inútiles cúbicos, que se han marchado de rositas a pesar de no haber demostrado nada. Pero eran válidos en sus puestos para hacer ‘otro’ trabajo. En fin, Boquerón, que enhorabuena que te ha tocado la lotería y estás en la mejor lanzadera posible para dar el salto a la fama. La Primera División te espera y a poco que te empiecen a dar collejas te estarán a la par bendiciendo, así que no te preocupes, justo en ese momento acariciarás la gloria.