IMPOSIBLE. Calderón no ha podido cambiar el sistema con éxito.
Cádiz C.F.

Un mismo estilo por sistema

Desde que Jose González y Víctor Espárrago consolidaron el 4-2-3-1, todos los técnicos que han querido cambiar el dibujo han fracasado en su intento

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Jose González y Víctor Espárrago forjaron un estilo de juego, una idea y un esquema que ha perdurado en el tiempo e incluso ha devorado entrenadores atrevidos que osaron cambiar esta filosofía. El 4-2-3-1, unos números marcados a fuego en una parte de la plantilla cadista que no ha sido capaz de asimilar otros sistemas.

En pocos lugares se habla tanto de esquemas como en Cádiz, y esta semana ha vuelto a surgir este debate. El triple pivote utilizado por Calderón en Salamanca ha destapado la caja de los truenos. De nuevo, queda patente que la alteración del sistema natural de este equipo sólo trae desastres.

Un esquema claro

Cuatro defensas, un doble pivote, dos bandas abiertas, un media punta talentoso y un delantero bregador. El manual de Jose González que Espárrago elevó a su máximo exponente llevó al Cádiz a lograr los mayores éxitos de los últimos años. Dos ascensos consecutivos y la imagen de un equipo serio en defensa y contundente en ataque. Un estilo apoyado en las acciones de estrategia y la salida rápida al contragolpe. Daban igual las lesiones o sanciones, porque el dibujo no variaba nunca, sólo cambiaban los futbolistas.

Estos dos entrenadores pasaron y se quedó la base de esa plantilla (Paz, Raúl López, Bezares, Fleurquin, Enrique, Pavoni, Armando,...), acostumbrada al anterior método. Y llegó Oli, con una idea de fútbol más ofensiva y un 4-3-3 de rabiosa actualidad que pretendió extrapolar al conjunto gaditano. Craso error. Los jugadores nunca se adaptaron al esquema, y el técnico asturiano se vio obligado a cambiar a las pocas jornadas del inicio al tradicional 4-2-3-1. Su experimento cayó en saco roto.

Jose trajo de nuevo el dibujo clásico e incluso obligó a la contratación de dos jugadores (Pablo y Abel) indispensables para su puesta en funcionamiento. Los resultados volvieron a acompañar y el Cádiz quedó en quinto lugar.

Esta temporada aterrizó García Remón con ideas nuevas. Un 4-4-2, con un centro del campo más ofensivo, futbolistas en las bandas a pierna cambiada y dos referentes ofensivos. Configuró una plantilla en torno a este sistema. Y otro que se estrelló. Sus pupilos nunca le comprendieron y el caos en el terreno de juego era total.

Con problemas

Calderón rescató al equipo de las posiciones de descenso haciendo uso del manido 4-2-3-1. No obstante, reconocía que no era su estilo preferente. Además, no cuenta con los jugadores que hicieron grande este sistema, ya que los esquemas los hacen los jugadores. Ha perdido a Lobos y Pavoni para las medias puntas y entiende que Parri no es capaz de adoptar ese papel. El trabajo y la llegada de Sesma en la izquierda era esencial para Jose y Espárrago. Ningún centrocampista ha sido capaz de tomar las riendas en la medular (Suárez, Manolo Pérez, Abel,...). Y el delantero luchador, Bangoura, acaba de llegar y necesita un periodo de adaptación.

No cuenta con los mimbres suficientes para conformar este esquema clásico, y por ello los experimentos funestos. No funcionan los dos delanteros, o el triple pivote. Y está buscando soluciones. Pero se da cuenta de que aquí en Cádiz, por lo visto, ya está todo inventado.

jaguilera@lavozdigital.es