INCONDICIONALES. Obama gesticula de forma expresiva al saludar a un grupo de seguidores que tratan de estrecharle la mano durante un acto en Wisconsin. / REUTERS
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Obama se dispara y supera a Hillary

El senador afroamericano se convierte en favorito tras ganar las 'primarias del Potomac' y a la espera de Texas y Ohio

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A Hillary Clinton no le faltaban motivos para esconder su frustración detrás de la enorme sonrisa que exhibió ayer en El Paso (Texas). Pero el principal no estaba en haber perdido las tres primarias del martes, lo que ya se veía venir, sino en las encuestas. Y descubrió que Barack Obama le está comiendo terreno entre sus electorado natural: las mujeres, los latinos y los mayores de 65 años.

Era el dato más preocupante. Para los analistas, el impacto psicológico de las victorias que cosechó Obama durante el fin de semana convencieron a muchos de que será el ganador. Según la CNN, apenas siete días antes Obama atraía sólo al 35% de los mayores de 65 años, mientras que el martes, en Maryland, el porcentaje se elevó hasta el 51%. Entre las mujeres ha subido su marca del 43% al 59%, y entre los latinos del 47% al 53%. Los jóvenes de 18 a 29 años ya estaban ganados, pero incluso entre ellos se ha superado: del 57% al 68%.

El consuelo de Clinton es que el porcentaje de latinos en los estados que votaron en las primarias del Potomac es mínimo, comparado con los que la aclaman en Texas. Allí pueden suponer la mitad del electorado demócrata. Otro dato que escocía en su derrota era el porcentaje. Obama ganó la capital federal -el distrito de Columbia- por un abrumador 75% a 24%; Maryland, por 60% a 36%, y Virginia, el único estado en que los asesores de la ex primera dama veían posibilidades de dar la sorpresa, por 64% a 35%.

«Hemos ganado Maryland, Virgina y Washington. Este movimiento no se detendrá hasta que haya un cambio en la Casa Blanca. Y hoy (por el martes) hemos iniciado el camino. En estos momentos, los cínicos no pueden seguir diciendo que nuestra esperanza es falsa», clamó un exultante aspirante afroamericano.

Estrategia arriesgada

Y la racha no va a parar. El martes vota Hawai, el estado natal de Obama, y Wisconsin, donde Hillary parece haber tirado la toalla, algo inexplicable para los analistas. Muchos creen que Clinton podía ganar en el estado vecino a Michigan, donde venció en solitaria competición. Ha preferido saltárselo y apostar por Texas, que junto con Ohio es el premio gordo del 4 de marzo (Bill hace campaña en Ohio, mientras ella se ha parapetado en Texas).

La estrategia es considerada suicida por algunos, que no creen que la campaña de Clinton pueda aguantar tanto tiempo sin anotarse una victoria, y opinan que debe parar a Obama en Wisconsin. Ella no les escucha, tiene su propia táctica, que en esta campaña suena familiar. «Hay dos palabras que deberían meterle el miedo en el cuerpo», opina el analista Jeffrey Toobin: «Rudy Giuliani».

El ex alcalde de Nueva York se convirtió en el modelo del fracaso de estas primarias, tras ignorar Iowa, New Hampshire, Michigan, Nevada y Carolina del Sur para apostar todo a Florida. Si bien ese estado tenía suficientes delegados como para recuperarse de las derrotas anteriores, para cuando le tocó el turno de votar sus rivales habían cogido tanto impulso que fue imposible pararles. Giuliani quedó tercero en Florida, al que llamaba su país. Moraleja: no se puede ganar perdiendo.