Mitin en plena calle
Un verdadero efecto ZP. Que el presidente del Gobierno levanta pasiones entre las mujeres socialistas quedó claro ayer en Sevilla. La organización calculó que al acto acudirían unas 800 personas. Al final fueron más de 2.000. Varios centenares no pudieron acceder al hotel. Cuando llegó José Luis Rodríguez Zapatero -con más de una hora de retraso sobre el horario previsto- y las vio en la calle, no dudó en dedicarles unas palabras. «Ha llegado el tiempo de la igualdad, el tiempo de que nadie esté discriminado», les predicó.
Actualizado: GuardarAvanzó en plena calle otras consideraciones que luego detallaría en el atril como que «el alma de la democracia es la igualdad» o que el 9 de marzo «deben ganar las ideas avanzadas y pierdan las de quienes sólo quieren privilegios». Pero si la entrada estuvo concurrida, lo de la salida fue digno de una despedida de una estrella de rock. «¿A tí te ha besado, a mí sí?», le comentaba sonriente una mujer a otra instantes después de la despedida de Rodríguez Zapatero. «Yo he venido de muy lejos, quiero darle la mano», indicaba otra. Tal fue el jaleo que se armó, ante la avalancha de féminas, que dos coches con escoltas y asesores chocaron levemente entre sí.