Un día de peleas y reconciliaciones

La plantilla del Cádiz regresó ayer a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de El Rosal, después de la sesión de recuperación efectuada el martes en Carranza.

Fue una jornada tranquila pero muy larga, en la que los futbolistas se ejercitaron durante dos horas. Antonio Calderón programó varios ejercicios para trabajar la puntería de cara al gol, el gran problema de la actual temporada.

En los partidillos, los jugadores volvieron a emplearse a fondo y por ello surgieron roces, que al final no tuvieron ninguna importancia. Gastón Casas sería el gran protagonista. En una primera acción, cayó derribado en falta por Juanjo Bezares, algo que desagradó al argentino, que en un primero momento no aceptó las disculpas del linense.

Minutos después, en un forcejeo con Líbero Parri, ambos futbolistas caían al suelo y el delantero se revolvía clavándole los tacos al levantino de mala manera.

Disculpas

El centrocampista le pedía explicaciones y no podía ocultar su enfado, mientras que Casas no pidió disculpas. Pero al poco se arrepintió de su acción y se dirigió a Parri para pedirle perdón y darle un abrazo de compañeros.

Ambos se retiraron del partidillo comentando la jugada y le quitaron hierro al asunto.

Y es que la intensidad es la nota predominante en los entrenamientos. El mismo Gastón también tuvo una discusión con César en otro encuentro posterior, muestra de que está deseando hacerse un hueco en el equipo. Es el máximo goleador junto a Dani pero apenas está disfrutando de minutos.