La acusada por la muerte de su marido en Sanlúcar mantiene su inocencia
Caridad M. C. ingresó en prisión el viernes por orden del juez Los vecinos aseguran que «nosotros nunca escuchamos una pelea»
Actualizado: GuardarEl caso de la muerte de Manuel Gil Palacios, que falleció en su domicilio de Sanlúcar el 9 de enero en extrañas circunstancias, ha dado un giro con el ingreso en prisión el pasado viernes de su esposa, Caridad M. C., acusada de acabar con la vida de su pareja. El fallecido apareció en la bañera de su casa la tarde del citado día, cubierto de sangre a consecuencia de numerosas puñaladas. Aunque en un primer momento la hipótesis que cobró más fuerza fue la del suicidio, el examen del forense la ha descartado, fijando el fallecimiento de Manuel Gil como consecuencia de una muerte violenta.
Este hecho ha sido lo que ha llevado al Juzgado de Instrucción número 4 a decretar el ingreso en prisión de la única imputada hasta el momento, tras haberle tomado declaración el mismo viernes. Así lo ha corroborado la defensa de la acusada, que corre a cargo de María Dolores Bernal, aclarando que Caridad M. C. insiste en su inocencia. Aunque la abogada de la viuda de la víctima no ha precisado si ésta sigue avalando la hipótesis del suicidio o si considera que lo hizo otra persona, lo cierto es que la presunta autora asegura que no es la responsable de la muerte de su marido.
Según su propia versión, ella se encontraba visitando a una vecina la fatídica tarde, y cuando regresó a casa descubrió a su marido en la bañera. Enseguida llamó a los vecinos, que avisaron al Servicio de Emergencias. Cuando la Policía se personó en el domicilio, situado en la calle Las Descalzas, los agentes sorprendieron a la imputada con numerosas heridas en las manos, algo que ella achacó al esfuerzo producido por extraer del cuerpo de su esposo el cuchillo y las tijeras que le provocaron las incisiones. Una de las vecinas de la pareja, por su parte, fue llamada a declarar al juzgado, asegurando haber escuchado los gritos de la víctima en busca de auxilio la tarde en cuestión.
Personas reservadas
Y es que los vecinos de la comunidad donde vivían la imputada y su marido no terminan de salir de su asombro. Como han explicado a LA VOZ, se trataba de personas aparentemente no conflictivas, aunque lo cierto es que bien poco se sabía de sus vidas. Una de las vecinas, por ejemplo, asegura que durante los diez años que convivió con la pareja prácticamente no supo nada de lo que les sucedía, porque «nunca hablaban de ellos mismos». En esta tónica se ha expresado otra de las residentes de la casa de vecinos, afirmando que «nosotros nunca hemos escuchado una pelea, aunque tampoco sabemos lo que pasaba en esa casa de puertas para adentro».
De hecho, aunque se barajó la posibilidad del suicidio porque supuestamente la víctima padecía una fuera depresión, ningún vecino ha sabido corroborar esta circunstancia, puesto que «no se relacionaban con nadie». En cuanto a los últimos acontecimientos, coinciden en argumentar que «si a ella la han metido en la cárcel por algo será, pero lo que sí es verdad es que parecía que se llevaban bien, y siempre salían juntos». En lo que también coinciden las personas entrevistadas es en aseverar el impacto que la noticia ha causado en el seno de la comunidad, que aún no se ha repuesto de las últimas noticias. «Estamos muy afectados, esto ha sido muy fuerte para todos nosotros. Si ellos se llevaban mal que se hubieran separado y punto, pero no tenían por qué haber llegado a este extremo».
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