VISTA AÉREA. Puerto deportivo de Puerto Sherry. / ROMÁN RÍOS
Ciudadanos

El juzgado levanta la quiebra de Puerto Sherry y devuelve la gestión a Marina del Puerto

La sociedad tiene ahora que terminar el segundo hotel, hacer un aparcamiento y concluir el complejo deportivo La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz se vio obligada a secuestrar la concesión en junio de 2001

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El expediente 623/94 de Puerto Sherry ocupa casi una habitación completa en el juzgado de instrucción nº 2 de El Puerto de Santa María, que el pasado viernes, y después de trece años, ha levantado la quiebra a la entidad Marina del Puerto, que volverá a gestionar el complejo hotelero y náutico-deportivo portuense.

El auto de la magistrada María del Carmen Fornell fechado a 8 de febrero de 2008 da el carpetazo definitivo al expediente de quiebra incoado el 20 de enero de 1995. Ahora la Autoridad Portuaria tendrá que levantar el secuestro administrativo que mantiene sobre este espacio desde el año 2001, para lo que los concesionarios -la sociedad Marina del Puerto Santa María S.A. formada por Heliópolis (propiedad de Pedro Bores) y Vértice del Puerto (de Joaquín Rivero)- tendrán que cumplir un convenio firmado con la entidad portuaria en septiembre de 2005.

El acuerdo establece la liquidación de las deudas y el compromiso de terminar el segundo hotel, construir un aparcamiento subterráneo y concluir el desarrollo del complejo deportivo y, de esta forma, se le devuelve la concesión que perdió en su día e incluso se le amplía hasta el año 2032. El proyecto de ejecución del hotel tiene que estar redactado en tres meses y edificado en año y medio.

Deuda

El convenio incluye también la ampliación de los atraques, duplicando los 788 actuales, obra que se hará modificando el espigón que hay en la lámina de agua actual. Este acuerdo tiene como consecuencia inmediata la retirada de todos los pleitos planteados contra la Autoridad Portuaria por la quebrada -la sociedad Marina del Puerto- en relación con la concesión y el secuestro administrativo de la misma por parte del organismo portuario en junio de 2001.

Según recoge el convenio suscrito «tanto la quebrada como los acreedores vinculados por el convenio acuerdan renunciar al ejercicio de las acciones que tienen planteada en los recursos contencioso-administrativos en curso, así como a plantear cualquier acción de esta índole en el futuro en relación con la concesión y su pretendido extinción por causa de la quiebra».Esta renuncia se ha hecho efectiva, ya que el convenio contemplaba que sería así al día siguiente de la publicación del auto.

Al acuerdo con la Autoridad Portuaria -que ahora tendrán que desarrollar los empresarios, con la inversión en el nuevo hotel, el aparcamiento y la finalización del complejo deportivo, a cambio de la ampliación de la concesión hasta el año 2032- hay que unirle el convenio de acreedores por el que Bores y Rivero reconocen una deuda de unos 85,6 millones de euros, la mayoría a sociedades de los propios concesionarios. Marina del Puerto le adeuda a la Agencia Tributaria unos 4,5 millones de euros; a la Seguridad Social 750.000 euros; al Ayuntamiento portuense 258.000 euros; y a la Delegación de Economía y Hacienda de la Junta 215.000 euros.

La deuda concursar asciende a 96,5 millones de euros y la deuda postconcursal a 7,8 millones.

En el auto dictado por la juez el viernes se establece formar una pieza separada para finalizar la tramitación de los recursos interpuestos por la Abogacía del Estado y la Tesorería General de la Seguridad Social, ya que se centran exclusivamente en el tema de los honorarios y que se encuentran pendientes de resolución por la Audiencia Provincial.

Desarrollo urbanístico

Paralelamente a este entramado judicial que ahora parece finalizar, hay que tener en cuenta que existe una operación urbanística que incluye el desarrollo de la zona denominada La China.

Aquí se permitirá la construcción de seiscientas cuarenta viviendas, mientras que en el Poblado Marinero -la urbanización situada en el interior del complejo- se podrán hacer unas 380. El empresario Pedro Bores vendió La China en 2005 al grupo constructor Noriega.