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El temor a una crisis modera el consumo al nivel de 2002 y potencia las marcas blancas
Uno de cada cuatro productos vendidos son de la enseña del distribuidor, que controla ya el 42% del mercado de conservas
Actualizado: GuardarEl temor a una crisis económica desaceleró de manera sensible el consumo de productos básicos durante el segundo semestre de 2007 e hizo que el año terminara con el avance más bajo en esa demanda desde principios de 2002, con la entrada en vigor del euro, al situarse en una tasa media del 5,5% para un gasto total de 64.200 millones de euros. Así lo advirtió hace dos semanas el INE y ayer lo confirmó la principal consultora del mercado, la multinacional AC Nielsen, cuyos responsables sitúan a la elevada inflación y a una «psicosis masiva» de una posible crisis económica como principales responsables de esa moderación, que incluso se puede calificar de caída en determinados sectores y que ha llevado a una potenciación de las llamadas marcas blancas. Un ejemplo claro de ello es la alimentación y, en concreto, los productos frescos, que copan más de un tercio del mercado (el 37,7%). Sus ingresos aumentaron un 5,3% el año pasado, mientras que sus precios lo hicieron un 4,5%; en consecuencia, su volumen real de ventas apenas subió un 0,8%.
Mejor les fueron las cosas a los alimentos envasados (que concentran el 47,2% de las adquisiciones) y los artículos de droguería y perfumería (15,1%), donde la cifra de negocio aumentó un 5,5% y un 6,1%, respectivamente, lo que con una inflación media del 2,4% arroja un crecimiento del 3,2% en el número de unidades comercializadas.
Diferencias de precios
Para los expertos, estos números muestran con claridad que cada vez se venden menos productos de gran consumo, si bien como estos son en bastantes casos más caros al final aumenta el gasto total. No obstante, el máximo responsable de AC Nielsen en España, José Luis García Fuentes, advirtió que se ha producido un «efecto arrastre» desde los artículos con precios más altos al resto, de manera que también los más baratos se han visto en parte afectados por esa desaceleración de la demanda, empujada también por el temor a entrar en una posible recesión económica, algo «lejano» a juicio del Gobierno. Como reza el dicho popular de a río revuelto, ganancia de pescadores, la distribución ha potenciado aún más su política de comercialización de enseñas propias -Carrefour, por ejemplo, acaba de pasar de 6.000 a 7.500 referencias de este tipo-, que ya controlan con claridad una cuarta parte del mercado, en concreto el 25,9%, con un montante global de 9.910 millones de euros durante 2007. Esta cuota es aún más significativa en categorías como las conservas.