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Alonso, las manos de Dios
Martín Larín, un argentino afincado en Fuengirola y todo un apasionado del asturiano, avisa: «los reglajes se van a notar mucho»
Actualizado: GuardarAficionado del Boca Juniors y del Real Madrid, en España, Martín Larín, un argentino afincado en Fuengirola desde hace 16 años, se pasó por el trazado jerezano para ver in situ el espectáculo de la Fórmula Uno en toda su esencia.
A la hora de analizar la temporada, Larín se muestra entusiasmado con la idea de que Fernando Alonso vuelva a la escudería francesa de Renault, ya que «Alonso es el mejor piloto del mundial de largo. Está claro que los coches condicionan mucho la competición, pero el asturiano es el que tiene mejores manos a la hora de pilotar».
Además, este argentino tiene claro que no hay cabida para los insultos sea cual sea la nacionalidad de cada piloto. «Siempre he visto mucha educación en el público español. La gente ha sido muy correcta cada vez que he venido y no es la primera vez que lo hago».
«La gente suele venir a disfrutar del espectáculo automovilístico y el ambiente que se respira, pero cuando hay muchos aficionados siempre dan la nota unos cuantos que no entienden de educación y valores. La solución sería identificarlos y no permitir su entrada», subrayó.
Y es que este aficionado de Boca Juniors enfatizó en que la competición debe de ser sana, sin caer en el insulto. «Crecí viendo los partidos de Boca en la Bombonera, justo al lado de las Barras Bravas, y en mi época no caíamos en ese insulto fácil a los jugadores. Los tiempos cambian, pero la educación de las personas debe permanecer en cualquier evento deportivo».
Pronosticar un resultado para esta campaña empieza a ser muy complicado, aunque Martín Larín es optimista. «Creo que Fernando Alonso hará un buen papel. Este año los reglajes se van a notar mucho y aunque las condiciones no sean las mejores, la pericia del asturiano es una de sus mejores armas».
Por último, este madridista de adopción no quiso dejar escapar la ocasión para dar un mensajito a la afición inglesa. «Pienso que no tienen que dar a nadie lecciones de civismo y respecto. Aquí la gente es muy educada».