Una concesión para puerto deportivo del año 1973
Los empresarios Pedro Bores y Joaquín Rivero se hicieron con el complejo en 1982
Actualizado: GuardarPara hablar de Puerto Sherry hay que remontarse al febrero de 1973. En esa fecha el Consejo de Ministros otorga la concesión administrativa a José María de Ibarra y Mendaro, por un plazo de 50 años, para la construcción y explotación de un puerto deportivo, con la adquisición de terrenos ganados al mar en la ensenada llamada del Aculadero.
Es en 1982, cuando se aprueba, por orden ministerial, la transferencia a Marina del Puerto de Santa María S.A. Esta sociedad -formada por las empresas Vértice del Puerto y Heliópolis y cuyos propietarios son Joaquín Rivero y Pedro Bores, respectivamente- presenta una declaración de quiebra en el juzgado de El Puerto de Santa María en diciembre de 1994, que es admitida a trámite en enero de 1995. En ese momento la ocupación de la dársena de este recinto naútico-deportivo -en el que se había levantado el hotel Yatch Club- era de 364 atraques.
En abril del año 2000 los concesionarios mandan una carta a los usuarios pidiéndoles que desalojen las instalaciones en un intento de cerrar la dársena. En esa fecha, el juzgado decide crear un comité de incautación para impedirlo, pero aunque la dársena nunca llega a clausurarse, sí lo hace el hotel Yatch Club, que se mantuvo así durante dos años hasta que el 22 de marzo de 2002 lo reabre la Autoridad Portuaria, que un año antes había aprobado el secuestro administrativo de la concesión.
Durante este tiempo -hasta el levantamiento de la quiebra ahora dictado por el juzgado- el puerto ha gestionado el complejo, ha procedido al dragado de la bocana del puerto, habilitado el pantalán de espera, reactivado la torre de control y la estación de suministro de combustible. Se volvió a poner en marcha la lavandería, los módulos de servicios, aseos y duchas.
En el año 2000, cuando los concesionarios intentaron cerrar el complejo había una plantilla de 57 personas, de las que sólo 14 estaban trabajando y las demás se encontraban suspendidas de empleo. Estas 57 personas se repartían de la siguiente forma: 27 estaban empleados en el hotel -todos en regulación de empleo en aquella fecha- y treinta en la dársena, de los cuales solo trabajaban 14 personas.
Plantilla
A fecha de hoy -según los últimos datos aportados por la Autoridad Portuaria- trabaja la totalidad de la plantilla -a excepción de una persona, el antiguo gerente- y además se ha ampliado hasta los 61 puestos de trabajo (entre contratos fijos y temporales).
En temporada alta se superan las 70 personas y en el Mundial de Vela se han llegado a contratar hasta los 80.
Mientras que el año de declaración de la quiebra la lámina de agua sólo alcanzó una ocupación máxima del 35%, en estos momentos