Zapatero defiende que la democracia no perdió nada con el proceso de paz
José Luis Rodríguez Zapatero defendió este lunes su política antiterrorista y argumentó que la democracia «no ha perdido nada» con su intento de diálogo con ETA. El presidente del Gobierno aseguró que ETA no se ha fortalecido, sino todo lo contrario, e insistió en que su final está hoy más cerca, porque «prácticamente» no tiene apoyo social en el País Vasco y porque más del 90% de los ciudadanos de esta comunidad autónoma pudieron ver que el Gobierno hizo todo lo que estaba en su mano por acabar con al violencia y ETA «frustró sus esperanzas».
Actualizado:El jefe del Ejecutivo arguyó así que no hay motivos para el arrepentimiento. «Lo que podemos lamentar es que el PP haya hecho esta legislatura oposición a la política antiterrorista», dijo.
En una entrevista de casi una hora de duración, en Cuatro, acusó al partido que dirige Mariano Rajoy de «desleal» advirtió de que no cree a su candidato a la presidencia del Gobierno cuando afirma que lo primero que hará si gana las elecciones de marzo será llamarlo a La Moncloa para pactar tres asuntos de Estado. «Uno demuestra su voluntad de acuerdo cuando está en la oposición», recriminó. Zapatero se refirió también a su próxima reunión con el Nuncio. Y subrayó que le trasladará su malestar por un comportamiento de la jerarquía católica que tachó de «inaceptable».
Su principal queja: que en la carta orientativa del voto hecha pública hace unas semanas ilegitimaran el diálogo con la organización terrorista. «Por qué ahora y por qué no en la nota de 2000 cuando veníamos de un proceso en el que el señor Aznar había dialogado con ETA», preguntó.
Sin revisión
Más allá de la cuestión antiterrorista, el jefe del Ejecutivo manifestó su indignación por las afirmaciones de varios obispos en el sentido de que las leyes aprobadas en esta legislatura hacen «retroceder los derechos humanos» y «disuelven la democracia».
«Eso -insistió- es inaceptable, porque es tanto como poner en cuestión la legitimidad de un parlamento democrático y la esencia de nuestra convivencia». Zapatero aseguró que no habrá una revisión de los acuerdos con la Santa Sede «fruto de los ataques» recibidos. Y justificó su negativa a suprimir radicalmente los privilegios de la Iglesia católica en España con el argumento de su «lealtad a la Constitución».