Condenados dos etarras en París a cinco y cuatro años de prisión
La décima sala del Tribunal Correccional de París condenó este lunes a cinco y cuatro años de prisión a Asier Kintana Zorrozua, Mario, y Grazia MoRcillo Torres, Kristel, respectivamente, por pertenencia a los aparatos internacional y logístico de ETA entre 1999 y 2006. Los jueces impusieron además la prohibición definitiva de residir en Francia a los dos acusados, presos en la cárcel parisiense de Fleury-Mérogis, que no acudieron a la lectura del veredicto.
Actualizado: GuardarLa sentencia se ajusta con exactitud a la petición formulada por la fiscal antiterrorista Vanessa Perree en el juicio, celebrado hace un mes. La acusadora pública planteó que Mario y Kristel pertenecieron al sub-aparato internacional, dependiente del aparato político, hasta que en 2002 fueron destinados al entramado logístico a raíz de un expediente disciplinario abierto por el comité ejecutivo de ETA, que les dirigió una «reprimenda escrita» por un asunto de dinero.
La pareja y sus hijas
La pareja vivía con sus dos hijas, nacidas en los años 1999 y 2002, cuando fue detenida el 25 de enero de 2006 en Saintes (suroeste de Francia), en una casa en la que residían desde junio de 2005. Kintana (Bilbao, 1968) y Morcillo (San Sebastián, 1967) contrajeron matrimonio el 28 de noviembre de 2006 en la cárcel de Angulema, La mujer, doctorada en medicina y especializada en cirugía general, arrastra problemas de salud desde el segundo embarazo.
La justicia francesa ya ha autorizado la entrega de Morcillo para que sea juzgada en España por su presunta participación en una adquisición de armas en Italia a través del clan mafioso de los Genovese. La Audiencia Nacional también le imputa haber alojado en su domicilio de Andoain, localidad guipuzcoana en la que ejercía como médico, a los integrantes del comando Donosti Irantzu Gallastegi, Xabier García Gaztelu y Valentín Lasarte Oliden después de que asesinaran a Fernando Múgica el 6 de febrero de 1996.
Kintana deberá rendir cuentas por la colocación de dos coches-bomba, por el comando Buruahuste en Madrid, que no llegaron a explosionar.