
El Gobierno decreta el estado de excepción en Timor Oriental tras una intentona golpista
El presidente de la República resulta gravemente herido y el primer ministro sale ileso de sendos atentados perpetrados por militares rebeldes
SIDNEY Actualizado: GuardarLa República de Timor Oriental ha vivido uno de los momentos más complicados de sus escasos seis años de independencia. Un grupo de militares rebeldes, liderados por el mayor Alfredo Reinado, ha intentado dar un golpe de Estado atentando contra el presidente, José Ramos Horta, que está gravemente herido, y el del Gobierno, Xanana Gusmao, que ha salido ileso. La tentativa fracasó, pero, los problemas y la inestabilidad, permanecen en el país, que ha decretado el estado de excepción durante 48 horas.
A primera hora de la mañana, un grupo de militares rebeldes ha intentado tomar la residencia del Presidente de la República, quien se encontraba en esos momentos haciendo 'jogging' cuando se produjo el primer tiroteo, en el que falleció el mayor Alfredo Reinado por los disparos de la guardia personal del jefe del Estado. Una hora más tarde Ramos-Horta recibía varios tiros a 20 metros de la entrada principal de su casa. Nadie ha explicado todavía por qué no se dio la alerta antes, cuando se produjo el primer tiroteo.
El jefe del Estado, que perdió mucha sangre, fue traslado rápidamente al hospital en donde le realizaron una primera intervención de urgencia, le indujeron un coma y lo trasladaron vía aérea al hospital de la ciudad australiana de Darwin, donde volvió a ser operado. Ahora, según fuentes médicas, su estado es "extremadamente grave, pero estable" y parece que si no surgen complicaciones se recuperará.
Un segundo ataque contra Gusmao
Minutos más tarde, los mismos rebeldes han intentado en una operación similar acabar con la vida del primer ministro Xanana Gusmao cuando éste se desplazaba en coche a su despacho en Dili. En esta ocasión no ha habido heridos pese a que los atacantes han abierto fuego contra el vehículo del primer ministro.
Gusmao ha atribuido estos dos atentados a un intento de golpe de Estado: "El Estado ha sido atacado. Considero este incidente un intento golpista contra el Estado por parte de (Alfredo) Reinado, y ha fallado", ha declarado a los periodistas.
A partir de ese momento se desataron las alarmas. El jefe del Gobierno anunciaba que el vicepresidente del Parlamento, Vicente Guterres, era el presidente de la República interino. Xanana aseguró que "aunque el Estado fue atacado por un grupo armado y el presidente fue herido, el Estado controla la situación". Después solicitaba al Parlamento la declaración del Estado de sitio por un período inicial de 48 horas y la suspensión del derecho de libre circulación y el toque de queda entre las 20:00 y las 06:00 horas, lo que le fue concedido con 32 votos a favor y diez abstenciones.
Reforzada la seguridad
Tras los ataques, las fuerzas de Naciones Unidas en Timor Oriental han reforzado la seguridad en la capital y otras zonas. Asimismo, Australia ya ha indicado que movilizará más militares y Nueva Zelanda se ha mostrado disponible para hacer lo mismo, al igual que Portugal.
Además, el Gobierno australiano ha pedido a sus ciudadanos que no viajen a Timor porque teme que se desate otra ola de violencia como la de mediados de 2006, que puso al país al borde DE la guerra civil y dejó 37 muertos y más de 100.000 desplazados.
En aquella ocasión, la crisis también obligó al despliegue de una fuerza multinacional de mantenimiento de la paz liderada por la ONU y Australia y provocó la dimisión del entonces primer ministro, Mari Alkatiri. La ola de violencia fue desencadenada por el despido del Ejército de 600 militares rebeldes encabezados por Reinado, que denunciaron corrupción y nepotismo en el seno del cuerpo.
Una creciente amenaza
En los últimos días había regresado el temor a una nueva crisis, después de que una explosión sacudiera el viernes una base australiana en Dili, que no causó heridos, y de que militares se enfrentaran de nuevo a las fuerzas internacionales.
Un reciente informe de la organización International Crisis Group advirtió de que los actos violentos se reproducirán si las fuerzas locales, que la semana pasada recibieron de Naciones Unidas el control de la seguridad en el país, no son capaces de mantener por sí solas la paz en Timor Oriental.
La pequeña nación, de menos de un millón de habitantes, obtuvo la independencia en 2002 como uno de los estados más pobres del mundo, tras 24 años de ocupación militar de Indonesia y una sangrienta descolonización.
En estos momentos en la ex colonia portuguesa reina una calma aparente, bajo el estado de sitio, el toque de queda y la incertidumbre sobre la salud del presidente de la República y el futuro del país.